La proteína animal se ha hecho el complemento alimenticio más complejo de adquirir por los venezolanos en las últimas semanas.
El precio de mercado de la carne de res oscila entre los Bs. 10.000 y Bs. 12.000, lo que representa en promedio cinco días de salario mínimo de Bs. 2.167,36, tras el ajuste del 1º de Mayo, que fijó éste en Bs. 65.021,04 al mes.
Al respecto fue consultada la Asociación de Frigoríficos y Carnicerías de Lara (Asofrica – Lara), la cual alega que el valor de venta actual se debe a los altos costos y gastos para la prestación del servicio.
Domingo Hernández, representante del gremio larense, detalló que los frigoríficos compran el animalen canal a Bs/K 6.500. La pieza la reciben con hueso y grasa, por lo que después del proceso de limpiado y los costos, registran un 35% de pérdida del peso.
Si a eso se suman los costos de personal y el reciente ajuste de salario mínimo integral, así como el incremento de otros insumos propios para el servicio, como bolsas y bandejas, la ganancia real es cada vez menor.
Puntualizó que una cinta para contar hueso se paga en Bs. 40.000 y dependiendo del uso puede tener una vida útil de tres días.
A esto agregó que las facturas por servicios públicos han incrementado considerablemente y que carnicerías medianas pueden pagar hasta Bs. 150.000 por el servicio del aseo, mientras que ocho meses atrás la factura era de sólo Bs. 4.000.
Tras el costo de la carne en canal, las pérdidas y gastos netos, sólo perciben entre un 15% y 18% de ganancia. Por múltiples factores las ventas se han mermado considerablemente.
Hernández comenta que en un año, la actividad se ha reducido 60% y que el gremio sólo aprecia leves recuperaciones a finales de mes, cuando se paga el bono de alimentación o se cancela la pensión del Instituto Venezolano de los Seguro Sociales.
No obstante, se trata de días puntales que no garantizan la subsistencia de estos comercios.