El recién llegado a la política francesa Emmanuel Macron será el próximo presidente de Francia, según las proyecciones difundidas el domingo por la noche de los votos emitidos horas antes en la segunda vuelta de unos comicios que podrían decidir el futuro de Europa.
La victoria de Macron reforzará la posición de Francia como pilar central de la Unión Europea. El primer ministro francés, Bernard Cazeneuve, dijo que el independiente Macron ganó las elecciones presidenciales. Una multitud afuera del museo del Louvre celebraba jubilosamente la victoria de Macron, agitando banderas con los colores nacionales al difundirse la noticia.
Si se confirma, el resultado sería un rotundo rechazo al nacionalismo francés de la candidata derechista derrotada en el balotaje, Marine Le Pen, y arrastrará sus esperanzas de que la misma ola populista que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca también la llevara a ella al palacio presidencial francés.
Una victoria de Macron marcaría la tercera vez en seis meses (después de las elecciones en Austria y Holanda) que los votantes europeos rechazan a los populistas de extrema derecha que quieren restaurar las fronteras en toda Europa.
La victoria de Macron (quien defendió la unidad europea) podría reforzar la mano de la UE en sus complejos procesos de divorcio con Gran Bretaña, que el año pasado votó por abandonar el bloque.
Las encuestadoras proyectaron que Macron ganó el 65% de los votos del domingo. El puntaje proyectado para Le Pen era de 35% de los sufragios. La populista líder de ultraderecha Le Pen dijo que le llamó a Macron para felicitarlo por su victoria.
Los franceses votaron desde primera hora del domingo para elegir a quien relevará al socialista François Hollande Macron, de 39 años y exministro de Economía en el gobierno socialista del presidente Hollande, se deshizo en sonrisas a su salida de su casa de vacaciones en la localidad turística de Le Tourquet, en la costa norte del país, donde votó junto a su esposa Brigitte alrededor de las 11:00 de la mañana.
Apenas 20 minutos más tarde, Le Pen, de 48 años, hizo lo propio en Henin-Beaumont una pequeña localidad del norte gobernada por su partido, el Frente Nacional. La líder de ultraderecha estuvo acompañada por su alcalde, Steeve Briois, que funge como líder de la formación durante la campaña.
La campaña electoral más seguida e impredecible de los últimos años terminó con un ciberataque y la filtración de documentos contra Macron el viernes por la noche. La agencia de ciberseguridad del gobierno galo, ANSSI, investiga el ataque, que según el equipo del centrista buscaba desestabilizar la cita electoral.
El futuro de la Unión Europea podría haber estado en manos de los 47 millones de franceses llamados a las urnas, que se arriesgaron al colocar en el palacio del Elíseo a Macron, un proeuropeo que quiere reforzar la unión. Con ello rechazaron la postura de Le Pen, quien sueña con abandonar el bloque y la moneda única.
Un «Frexit» _el retiro de Francia de la Unión Europea_ sería más devastador que la salida de Gran Bretaña del bloque, ya que la gala es la segunda economía del euro. La nación es además un pilar central de la UE y de su misión de mantener la paz de posguerra a través del comercio libre y una política de fronteras abiertas.
El balotaje sirvió además para probar la fortaleza de la ola de populismo global tras dos comicios clave el año pasado: la decisión de los británicos de dejar la UE en un referéndum y el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos.
El nuevo mandatario liderará a Francia en una situación inédita, ya que ninguno de los dos aspirantes procedía de los partidos tradicionales que han comandado el Parlamento y el país durante décadas. El vencedor deberá tratar de lograr una mayoría parlamentaria en los comicios de junio para poder impulsar grandes cambios.