La marcha de las mujeres resultó ser la verdadera ‘madre’ de las movilizaciones. Aunque las marchas del 19 de abril y 1º de mayo fueron multitudinarias, la iniciativa de las damas rebasó todas las expectativas.
Y es que esta nueva jornada de protesta cívica, pacífica y masiva estuvo realmente en manos de las madres, abuelas, tías, hermanas, hijas y amigas, quienes en su papel de esposas, amas de casa, estudiantes, profesionales, misioneras, religiosas, deportistas y trabajadoras, una vez más, dieron el ejemplo.
Nuevamente, la mujer dejó al descubierto su espíritu aguerrido, tenaz, enérgico, sacrificado e irreductible, al mismo tiempo, su amor por la familia, carácter protector y cualidades nobles.
Desde la plaza Macario Yépez, ese mar de atributos se volcó a las calles de Barquisimeto bajo la consigna del cese a la represión, no más muertes, no más balas, no más caídos.
Todas las mujeres, portando su gorra y bandera tricolor, franela blanca, pancartas, ollas vacías y flores, manifestaron su descontento ante la crisis que carcome la despensa y vulnera los derechos humanos fundamentales, pero que además de eso suma hoy la negativa de elecciones, el desconocimiento de la Asamblea Nacional y una Asamblea Nacional Constituyente calificada como fraudulenta por parte de la oposición. La inseguridad, la impunidad y el deterioro del Estado de Derecho fueron también motivos para protestar.
La marcha de las mujeres fue una verdadera muestra de unidad, en la cual resaltó el pabellón nacional y por primera vez en mucho tiempo se guardaron las banderas partidistas, en la que la música fue suprimida en señal de luto. Madres tenían que ser.
Tal y como se había reseñado, el destino de la movilización se conoció en el sitio de la concentración. Fue como un secreto a voces.
Justo a las 10:30 de la mañana las damas partieron, cruzaron en la calle 6 y posteriormente se enrumbaron por la avenida Morán hasta llegar a la sede del Destacamento 121 de la Guardia Nacional. La multitud se extendía por largas cuadras, hasta la avenida Venezuela con Morán había gente.
Sin duda los castrenses se sorprendieron, no esperaban esta visita por lo cual no hubo tiempo de acomodar piquetes ni equipos antimotines.
A las 11:00 de la mañana un “mujerero” pegado a la reja entonó el Himno Nacional y exigió la libertad plena de los jóvenes que se encuentran allí detenidos por protestar pacíficamente y demandar un cambio de gobierno.
Unas gritaban, otras lloraban. Las consignas se mezclaban. El reclamo a los funcionarios no cesó por un par de horas, tiempo en el que se desarrolló un “plantón”. Los ánimos parecían incontrolables, marchar, marchar, marchar era la premisa.
Luego que salió la comisión integrada por varias representantes de la Mesa de la Unidad Democrática, quienes consignaron un documento al comandante Romero, la movilización siguió su rumbo hasta la avenida Vargas por Venezuela, donde varias mujeres tomaron la palabra subrayar que permanecerán en la calle.
Testimonios
“Yo salí a marchar por mi patria, tengo 37 años trabajando en política y nunca había visto una barbarie como esta. Tanto que criticábamos que los cubanos lloran por una pasta de diente y nosotros estamos igual o peor. Simplemente porque nos gobierna un desgraciado con su séquito de bandidos que no les da la gana de irse, ellos saben que van presos”, Roraima Jiménez.
“Marcho por tantos niños y jóvenes muertos inocentemente. Ellos simplemente han salido a defender su futuro. Tenemos que apoyarlos más, tenemos que salir a marchar más, ayudarlos a salir de este infierno que estamos viviendo los venezolanos. Los venezolanos no dormimos pensando qué pueda estar pasando en otro lado. En la Sucre vivimos un terror que no se lo deseo a nadie. A la gente pobre la GN le da más duro. No podemos seguir con miedo”, Yadira Molina.
“Salí a marchar por la libertad de mi país, porque quiero calidad de vida. Esta es la mejor marcha de todos, algo así no lo había visto en muchos años. Las mujeres somos aguerridas y fuertes. La represión es horrorosa, la condeno por completo, todos los jóvenes han salido a luchar por un país mejor”, Luisa Vásquez.
“Alzamos nuestra voz porque Venezuela exige un cambio pacífico, democrático y electoral. Exigimos que cese la represión de parte de los militares. Rechazamos los actos ocurridos en el Politécnico. Le repetimos a la GN que vienes de madres como nosotras. Nuestro llamado es claro, les pedimos defender la soberanía y los intereses de la Nación porque se ha roto el hilo constitucional y la Constitución es hoy en día letra muerta. Queremos una FANB que defienda a los jóvenes y nos los reprima”. Macarena González.
“El comandante Romero nos recibió de manera respetuosa y aclaró que aquel funcionario que actuara fuera de las órdenes que daba debía asumir su responsabilidad. Él está consciente de que la protesta pacífica es un derecho constitucional. Indicó que no manda a golpear a los muchachos al momento de reprimir las manifestaciones”. Bolivia Suárez.
“Las mujeres larenses les dimos un ejemplo a Venezuela y al mundo. Salimos masivamente y espontáneamente para exigirle al Gobierno que cumpla con lo establecido en la Constitución. Queremos que se respete la dignidad del pueblo venezolano, que se respete el ejercicio al sufragio y el rol soberano del pueblo. El comandante Romero recibió con respeto el documento que le entregamos. Rechazamos la arremetida desproporcionada hacia nuestros jóvenes que están pidiendo vivir con calidad de vida. Para cambiar el rumbo de Venezuela deben ser consultados todos los ciudadanos”. Sobella Mejías.