Diferentes iglesias del país recibieron a cientos de fieles este sábado con la intención de despedir de manera espiritual y musical al joven de 17 años, integrante del Sistema de Orquestas, que fue asesinado el pasado miércoles durante una protesta en la autopista Francisco Fajardo, en la ciudad capital.
En Barquisimeto no fue la excepción, específicamente a las 10:00 de la mañana se realizó la eucaristía en el templo Sagrado Corazón de Jesús, hora en la que fue sepultado el muchacho según informó una representante.
Fue total la participación en la homilía, en donde niños, adolescentes y adultos vistieron de blanco para homenajear no solo al músico, sino además a las personas a quienes se les ha arrebatado la vida por participar en manifestaciones.
Con sus instrumentos y voces, los miembros de la Camerata, Sistema de Coros Niños Cantores, Canturía, Coro Juvenil e Infantil, orquesta Amadeus, Pequeño Mozart y Pequeños Formados, entre otros, brindaron su arte durante la eucaristía para interpretar diferentes notas, relacionadas con el ámbito religioso y con el país.
La misa estuvo a cargo del sacerdote Arnobio Galaviz, quien citó “¿Quién puede detener la lluvia? ¿Quién puede detener el viento? ¿Quién puede detener la tierra cuando tiembla? Nadie. Por lo tanto nadie puede detener a un pueblo que ha sido despertado por el hambre de su libertad.”
Continuó diciendo que “Se ha querido desvanecer el deseo de libertad de esta tierra, pero han fracasado porque ese deseo de libertad es una semilla que yace dormida en la tierra. Y que está esperando que una lluvia la haga germinar. Debemos traer una lluvia torrencial que arrase con la arrogancia, con la pretensión, con la usura, la indolencia y con la indiferencia de quienes nos han oprimido por tantos años. Este continente está esperando un diluvio que lo inunde de libertad y somos nosotros quienes vamos a traer ese diluvio. Ese diluvio ya comenzó”.
Las voces angelicales colmaron la iglesia de un emotivo llanto al interpretar el Ave María, Venezuela, el Himno Nacional y Como llora una estrella. No solo los representantes, sino también quienes dirigen las diferentes agrupaciones expresaron la indignación por el asesinato del miembro del Sistema de Orquestas.
Tal fue el caso de Julietta Peraza, quien leyó un escrito dedicado al joven. “Es difícil enterarse de la muerte de un joven venezolano de 17 años de edad, edad en la que todos sentimos comernos el mundo con nuestra energía de ser alguien en la vida. Es más difícil aún, enterarse de que ese joven es integrante de nuestro Sistema Nacional de Coros y Orquestas de Venezuela, institución que nos ofrece esperanza, sueños y futuro. Armando Cañizales, quienes te conocieron aseguran que eras una persona llena de vida, tocabas y luchabas como nos enseñó nuestro maestro José Antonio Abreu, y no dudo que así lo haya sido.”
“Hoy Armando te conviertes en una insignia para nuestra institución, tu memoria será eterna. Hoy estás con cada una de nuestras agrupaciones tocando, estas sentado allí, con tu instrumento: la viola, tu medalla y tu chaqueta tricolor. Hoy más que nunca el Sistema refuerza su misión y su visión para cumplir tus sueños y el de nuestras niñas, niños y jóvenes. Eres un amigo, compañero de atril, nuestro hermano de la vida y alumno eterno. Que tu memoria perdure por siempre y que nuestro lema Tocar, Cantar y Luchar sea llevado hasta el cielo para que desde arriba nos guíes y acompañes en lo que siempre hemos sabido hacer: música.”
Con estas sentidas palabras y un “Viva Venezuela”, fue despedida la eucaristía y el homenaje póstumo al muchacho venezolano, asegurando que si bien el Sistema nunca ha tenido tinte político, no se puede callar y dejar de rechazar acontecimientos como el asesinato de un joven.
