El base armador Heissler Guillent asumió el grueso de la carga de la conducción ante la temprana expulsión del estadounidense Nate Robinson y logró asegurarle a los Guaros de Lara (16-10) una barrida en el Domo Bolivariano de Barquisimeto frente a los Marinos de Anzoátegui (10-14), gracias a una victoria 98-91 para la que aportó 16 puntos y cinco asistencias como reserva.
“Esta es una barrida importante para nosotros porque habíamos dejado escapar algunos partidos en la casa y queríamos cerrar bien. Lo hicimos con ofensivas más largas y fuimos intensos en la defensa, buscamos en el ataque finalizar la jugada con el que estuviese en mejor situación para lanzarla”, explicó el dueño del dorsal 19 tras el cotejo.
La salida de Nate Robinson por expulsión incrementó la responsabilidad de Guillent y la de Elvis Báez, apoyados ambos por José “Grillito” Vargas, en una noche en la que Guaros repartió 27 asistencias y con 10 triples, además de los 32 puntos producidos a partir de pérdidas de la visita, para pasar la escoba por tercera vez en la campaña en su feudo y quinta en general.
“Creo que la clave fue leer bien el partido, buscar al compañero que estuviese caliente (al anotar), crear juego para facilitarle también el trabajo a los compañeros, correr cuando era necesario correr y hacer ataques más largos cuando correspondía. También ir duros y enfocados en la defensa”, aseveró el orgullo del barrio Kennedy en Caracas.
A su juicio, la tropa crepuscular debe concentrarse “en jugar nuestro mejor baloncesto en este mes ya que se acercan los playoffs y por eso necesitamos cerrar lo mejor posible esta ronda eliminatoria”. El próximo reto será visitar a los Bucaneros de La Guaira (14-13) el próximo lunes 8 y martes 9.