Un mes de protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro deja huellas en el líder opositor venezolano Henrique Capriles: el rostro demacrado, la voz ronca y un resfriado que -confiesa- le complica aún más lidiar con los habituales gases lacrimógenos.
Sin embargo, considera que las manifestaciones deben intensificarse pues vislumbra el «desenlace» de la crisis venezolana. Y afirma que si los opositores fueran violentos, ya hubieran «tumbado» al mandatario, que, asegura, se juega las «últimas cartas».
¿Qué busca Maduro con su propuesta de Constituyente?
-No quieren elecciones, esa es la razón. El gobierno, como no puede ganar elecciones, quiere desmontar la forma en que se van a seguir haciendo. Hace semanas hablaban de la mejor Constitución del mundo y hoy plantean que hay que hacer una nueva para parar los procesos electorales y desmontar los que estaban previstos (de gobernadores y alcaldes). Hablan de la universalidad del voto, pero dicen: «tú sí vas a poder» (votar), pero por el universo de quienes ellos decidan que pueden participar.
Usted dijo que sería un sistema electoral como el de Cuba. ¿Por qué?
R: Porque no termina siendo una elección democrática, universal, directa y secreta (…). Él (Maduro) dice que 50% (de los asambleístas) van a ser sectoriales. Todos los venezolanos saben que sectorial es Congreso de la Patria, Consejos Locales de Abastecimiento y Producción, consejos comunales que estén en manos del PSUV -partido de gobierno-. Maduro invita a su cúpula, solo la otra mitad iría a un proceso de votación con candidatos. Quiere una Constitución que le permita, no teniendo mayoría popular, perpetuarse en el poder.
¿Participarán en este proceso?
R: En ningún escenario de lo que está planteado yo voy a participar (…). Entraría el país en un escenario muy complicado, con dos constituciones, una vigente y una fraudulenta. (Con) una Constitución que sea el resultado de una minoría que pretenda imponer unas reglas, se cae el gobierno.
P: Maduro parecía acorralado y ahora toma esta iniciativa. ¿Esto bajará la intensidad de las protestas?
R: No sé cuánto tiempo van a durar las protestas. Lo que sí puedo decir es que veo una firmeza admirable en la gente. Si nosotros fuéramos violentos, y no fuéramos demócratas, ya hubiésemos tumbado al gobierno.
¿Cómo?
R: Con toda la gente. Imagínate un millón de personas en las calles, que fueran violentas y golpistas, ya hubiéramos tumbado al gobierno (…). Venezuela va hacia un desenlace, es insostenible esto. Es un gobierno que se aísla del mundo democrático, sin capacidad de financiamiento, sin recursos, con la inflación y la escasez más altas del mundo. ¿Cómo se sostiene Maduro? Esto (las protestas) va a seguir hasta que el país tenga una solución para que pueda expresarse.
¿De dónde puede salir esa solución?
R: Sigue siendo la presión a lo interno y hacia afuera (…) Que el gobierno tenga que recapacitar.
¿Por qué seguir enviando mensajes a la Fuerza Armada si ha expresado su incondicionalidad al gobierno?
R: Porque la Fuerza Armada también vota, vive la crisis y su juramento es defender nuestra Constitución. El llamado es para que de ese debate interno, esa división que hay, el resultado no sea un golpe o un levantamiento, sino que se imponga la Fuerza Armada democrática. Así Maduro no va a poder seguir utilizándola para reprimir. ¿Qué pasa si la Guardia Nacional dice que no va a seguir reprimiendo? ¿Es sostenible Maduro?
Pero la represión parece aumentar
R: Lo veo como una jugada. Maduro se está jugando las últimas cartas. Está poniendo a la gente más radical, incluso tenemos dudas de que algunos de los que están reprimiendo sean efectivos de la Guardia Nacional o de la Policía Nacional.
¿Extranjeros?
No, gente sin escrúpulos.
¿Qué tanto sirve el apoyo internacional?
R: Al tener a un mundo democrático que dice: hay una ruptura del orden constitucional, no vamos a seguir siendo permisivos, usted no va a seguir usando las instancias internacionales como un sitio para refugiarse y ocultar tropelías, a Maduro lo que le queda es arrasar a lo interno. Veo una combinación muy fuerte de la comunidad internacional democrática y el pueblo venezolano.
¿Qué viene ahora?
R: Hay que seguir presionando, persistir, organizando y agitando todo el país, no podemos quedarnos solo en Caracas.
¿Qué hará con su inhabilitación política por 15 años?
Nunca va a surtir efecto.
¿Por qué?
Las cosas van a cambiar. Si puedo o no ser candidato, no es algo que me quita el sueño. Mi tema es que cambie Venezuela y estoy convencido de que este país va a cambiar.