En horas de la noche de este miércoles, en la avenida Libertador frente a La Botella, las barricadas fueron instaladas desde aproximadamente las 5.30 de la tarde, pero no fue sino hasta el anochecer cuando aparecieron grupos de la Guardia Nacional (GN) para despejar la zona de cualquier señal de protesta.
En torno a las 8.00 de la noche, calculó una vecina del sector, comenzó la represión con bombas lacrimógenas. Una hora más tarde, de un extremo a otro de la avenida salían disparados cohetes. Entre tanto, desde los portones de los edificios de Bararida II los castrenses lanzaban lacrimógenas hacia el jardín y los pasillos, donde disparaban perdigones. Una residente de uno de los apartamentos expresó vía telefónica a EL IMPULSO que se sentían ahogados por el humo de las lacrimógenas.
Sobre las 10.00 de la noche, un grupo de muchachos retuvo un vehículo de carga pesada en la Libertador, se comprometieron con el conductor a no agredirlo y después de unos 20 minutos lo dejaron reanudar la marcha. Hasta el cierre de esta edición la represión continuaba.