El Deportivo Táchira falló en la tarea de someter al Zamora al recibirlo en el estadio Pueblo Nuevo, pero amarró un empate sin goles que, aunque en condición de local, le dejó una alegría, toda vez que se convirtió en el primer clasificado a la liguilla final del torneo Apertura.
El Carrusel Aurinegro, único invicto en el certamen, llegó a 30 contables, producto de ocho triunfos y seis empates, cosecha que le garantizó un lugar en la siguiente instancia del certamen, pese a que restan tres fechas para el cierre de la fase inicial, que tiene en juego los ocho pasajes para los también llamados cuartos de final.
De la mano del entrenador colombiano Santiago Escobar, la oncena atigrada completa una gran campaña, bajo el manto de la regularidad, al ser el club más goleador del semestre (24 tantos anotados) y uno de los menos vulnerados (11 recibidos), amen de que ha dejado escapar pocos puntos en su feudo.
No son muchos los rivales que han ido hasta Pueblo Nuevo para robarle cuando menos un punto al actual líder. En este caso se topó con Zamora, vigente campeón del balompié criollo, que con sus buenas armas supo neutralizar al aurinegro.
“Es importante haber podido sacar el cero y que la defensa haya cumplido, lamentablemente no nos alcanzó para conseguir la victoria”, señaló el técnico de los tachirenses en la rueda de prensa posterior al desafío, en la que se mostró satisfecho pese al resultado.
Táchira ya tiene su boleto seguro, pero no puede quitar el pie del acelerador, porque necesita terminar lo más alto posible para esquivar a los rivales fuertes en los cruces del octogonal final. Si cierra en su actual posición (primero de la tabla) enfrentará en los cuartos de final al octavo y último clasificado, lo que en el papel le haría verse las caras con el más débil de la fase decisiva.
Próximos a dar el paso a la liguilla final están Carabobo y Zamora, ocupantes de la segunda y tercera plaza, con 27 y 25 puntos respectivamente, algo que puede producirse en la jornada a jugarse el venidero fin de semana.
