La “represión y ataques” que sufrieron los habitantes de la urbanización Sucre en Iribarren, estado Lara ha sido la más desproporcional en las últimas tres semanas de protestas y manifestaciones.
Por esto, un grupo de habitantes del sector fueron hasta las inmediaciones del Edificio Nacional para introducir una solicitud de recurso de amparo para resguardar la integridad física y moral de los ciudadanos.
Florinda Calderón, vocera de los vecinos afectados, relató que “fuimos atacados, pensamos que la orden que tenían era masacrarnos, allí estaba el Sebin, Conas y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). El trato fue detestable, hubo un momento que me desesperé, abrí la puerta y llamé a las mujeres de mi comunidad, porque si salían los muchachos aquello era desastroso. Al salir me dispararon creo que perdigones pero gracias a Dios pegó en la pared”.
Calderón hizo un llamado a los funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado, pues aseguró que ambos lados tienen las mismas necesidades. “Esa no es la mejor forma de tratar a un ser humano, somos padres como ellos, no sé cuál es la orden que les dan, pero si es matar, tienen que saber que ese podría ser el hijo de alguno de ellos”, agregó.
Por otra parte, el abogado especialista en derecho administrativo, Luis Ramos, manifestó que lo sucedido en esta comunidad no fue un enfrentamiento, sino un ataque por parte del Estado, hacía unos habitantes; además destacó que el Alcalde de Iribarren está en la obligación de luchar por los intereses de sus ciudadanos.
Finalmente el mandatario local, Alfredo Ramos, hizo compañía mientras entregaban esta solicitud, y anunció que a través del programa de ayuda a los condominios podrán ayudar a recuperarse tras las pérdidas ocasionadas con estos ataques.
“Ya les pedí que hicieran un presupuesto para poder organizarnos y subsanar todos los daños que dejaron los GNB en La Sucre (…), nada de lo sucedido me lo contaron, yo pude verlo aunque no me dejaron pasar”, dijo Ramos.