Más de seis días sin agua tienen en el sector San Francisco II y Santa Isabel, comunidades ubicadas al oeste de la ciudad. Unas 1.300 familias se ven afectadas con esta falla en la distribución del servicio.
Vecinos en el lugar comentan que es normal que el servicio no funcione al menos dos veces por semana, pero en esta ocasión fue suspendido por completo y sin previo aviso. Por lo deficiente que es, en muchos hogares compraron tanques azules donde almacenar el agua, pero en muchas viviendas la reserva se agota.
Anna Hernández, vocera del consejo comunal, asegura que han denunciado la situación a Hidrolara pero no han obtenido ninguna respuesta y que ni siquiera la alcaldía les ha resuelto enviándoles camiones cisternas para llenar sus tanques.
Los miembros de la comunidad, en su mayoría, han tenido que comprar botellones de agua para asegurar su consumo diario y la limpieza de los alimentos, es decir, solamente lo más relevante. Sin embargo, el botellón cuesta 1.200 bolívares y ni siquiera les alcanza para finalizar el día.
Por otro lado, Jacqueline Rojas detalla que con el pasar del tiempo el servicio ha disminuido en calidad y que viene con tan poca presión que ni siquiera es capaz de subir al tanque, por lo que han tenido que adquirir bombas, aunque no todos tienen los recursos para hacerlo, ya que el precio de la misma oscila en los 120.000 bolívares.
“No lo vale”
Gregoria Páez, también vocera del consejo comunal del lugar, reiteró que Hidrolara tiene la tarifa más alta de todo el país. En la institución que ella representa pagan mensualmente 18.000 bolívares por el servicio, a pesar de que es muy poca la cantidad de agua que consumen. En el hogar de Olida de Torrealba cada mes debe cancelar hasta 10.000 bolívares y la factura de sus vecinas se ubica en los 12.000.
En tanto, Luisa Méndez debe tres meses del servicio y tiene una deuda de 30.000 bolívares. Hizo hincapié en que en marzo del año pasado, aproximadamente, Hidrolara suspendió los convenios que les permitían a los habitantes cancelar la factura por partes, y asegura que su sueldo no le alcanza para pagar el agua. “O como o pago el agua. El servicio es muy costoso y el dinero no nos alcanza para nada, por eso pedimos que restablezcan los convenios y cada vez somos más las personas que estamos quedando morosas”, expresó.
Tampoco pasa el aseo
Los residentes de San Francisco aseguran que el servicio de recolección de basura también es ineficiente. Relatan que el camión como máximo pasa una vez a la semana y han tenido ocasiones cuando solo recogen la basura dos veces en el mes, lo que ha ocasionado que los perros rompan las bolsas y rieguen todos los desperdicios. Además algunas calles de la zona se han convertido en pequeños vertederos de basura, con un olor nauseabundo que significa un problema de salubridad para los miembros de la comunidad.
“El día que se hizo la Gran Toma, el alcalde vino y puso sus narices por aquí, se asomaron y se fueron a su plantón. Lo que sucede es que él no quiere nada con los consejos comunales y como somos una zona chavista nadie nos resuelve, acá muy poco vemos que nos vengan a atender los funcionario de la Alcaldía o la Gobernación. Le pedimos al alcalde Alfredo Ramos que deje de estar guarimbeando y se ponga a trabajar”, indicó Hernández.