Gersón Pabón, directivo de Fedeagro, detalló que la situación del sector hortalizas, en especial papa, es preocupante.
Desde hace dos años, el Gobierno nacional no importa semillas y la poca que ingresó al país fue entregada a consejos comunales, medida que critica no por su figura, sino porque en su mayoría no se trata de productores, por lo que revenden la semilla.
No negó que en Venezuela haya capacidad para producir semilla. Sin embargo, para esta tarea se requiere tecnología y reactivos químicos que no se producen aquí y deben ser importados.
Subrayó que el país no cuenta con la tecnología para obtener semillas de las múltiples hortalizas, ni las instituciones públicas dedicadas a la investigación agrícola, como años atrás. Por el contrario, la poca semilla que se obtiene en rubros como tomate, cultiva virus en el suelo, ya que se siembran semillas que no cumplen con estándares de calidad y certificación. “Tienen a la gente de AgroFanb, que no está preparada para eso, abriendo pimentones para sacar la semilla”.
Acotó que se trata de manejos antiguos, que representan retroceso para el sector.
-No vamos a dejar de ser productores. Siempre buscaremos la alternativa y si no es papa, será caraota, lechuga u otro rubro.
Alertó que al país ingresa semilla de origen desconocido, las cuales no son garantizadas, por lo cual se desconoce su comportamiento en suelo venezolano.
Una lata de semillas de zanahoria oscila, en este medio, por los Bs. 2.500.000; inversión sin garantía de germinación.
Subrayó que las condiciones del suelo colombiano no son las mismas del venezolano. Sin embargo, debido a la ausencia de semillas en el mercado formal, múltiples productores han adquirido estas y asumido el riesgo.
