#Orbitau en la onda psicológica • En la @unexpobqto certifican importancia del humor en estudiantes universitarios

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Sin lugar a dudas, el sentido del humor y la risa son importantes para todos los seres humanos, ya que ejercen extraordinarios beneficios en su salud física y mental. De hecho, son innumerables las investigaciones que se realizan en el mundo para comprobar lo significativo que puede ser para las personas mantener su buen humor, aunque los momentos y las circunstancias que estén viviendo no sean positivas o felices.

En este sentido, dos profesionales de la Psicología, cautivadas por lo interesante del tema, realizaron la investigación titulada “Estilos de Humor y Ansiedad en Estudiantes Universitarios”, con la finalidad de conocer la trascendencia de la risa en el sector estudiantil. Son ellas Linda Giménez, orientadora de la Unidad Regional de Desarrollo y Bienestar Estudiantil del Vicerrectorado Barquisimeto de la UNEXPO y Lya Feldman, profesora del Departamento de Ciencia y Tecnología del Comportamiento de la Universidad Simón Bolívar.

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Una de las fortalezas humanas

En este estudio, las magísteres certificaron que el sentido del humor constituye una de las veinticuatro fortalezas humanas y se encuentra situado dentro de la virtud: Trascendencia. Además de ser una característica definitoria de la especie humana, ya que al sentido del humor se le otorga una serie de beneficios psicológicos (sensaciones y estados de alegría, bienestar y satisfacción, reducción del estrés, prevención de la depresión), físicos (tolerancia al dolor, activación del sistema inmunológico, mejora del sistema cardiovascular) y sociales (mejoras en la motivación, la comunicación, el orden y la armonía social)

Asimismo, coincidieron con otros investigadores como Grases, Trías, Sánchez y Zárate, al señalar que las emociones positivas como el humor, moderan a las emociones negativas como la ansiedad, ya que permite liberar la tensión y pensar de manera más amplia y flexible.

Sin embargo, gracias al avance de las investigaciones sobre los efectos del humor, tanto en la salud física como psicológica, Giménez y Feldman sostienen que se ha demostrado que el humor en sí mismo no siempre desempeña una función positiva. En ese sentido, explican en su trabajo de investigación que no todos los estilos de humor son sanos o promueven la salud mental. Cada uno va a depender de la situación y de cómo se utilizan los estilos para un momento determinado.

En su investigación explican que se ha comprobado que existe una relación entre el humor positivo (“aquel que permite superar los problemas, reírse de lo absurdo o hacer reír a los demás”) y una mejor salud mental. Por ello, se ha encontrado que las dimensiones adaptativas de los estilos de humor (Humor Afiliativo e Incrementador de sí mismo) se asocian positivamente con indicadores de salud psicológica y bienestar.

De igual forma, señalan que puntajes altos en Humor Incrementador de sí mismo están asociados con bajos niveles de depresión, ansiedad, estado de ánimo negativos, y altos niveles de autoestima y estados de ánimo positivos.

El humor en los estudiantes

Las psicólogas Linda Giménez y Lya Feldman afirman que a esta situación no escapan los estudiantes universitarios, “porque los síntomas característicos de la ansiedad son muy frecuentes entre ellos y pueden interrumpir su vida social, su bienestar general, e incluso, su rendimiento académico”.

Explican que, particularmente el universitario, además de luchar con el estrés generado por aspectos familiares y personales, debe lidiar con la ansiedad producida por una serie de elementos propios de la vida universitaria, con lo cual coinciden con la investigación de Díaz en 2012.

–  Existen estudios que confirman la prevalencia de la ansiedad en dicha población. Tal como lo demuestran Balanza, quien certificó que el 47,1% de los estudiantes sufrían trastornos de ansiedad. Mientras que en un estudio llevado a cabo con 625 estudiantes de diferentes programas académicos de la Universidad de Caldas, en Colombia, se obtuvo una prevalencia de ansiedad del 58,1%, según Amézquita, González y Zuluaga.

Nuevos estudios, nuevos resultados

Ante esta problemática, las psicólogas Giménez y Feldman afirman que la Psicología Clínica ha dirigido su atención al estudio y promoción de aquellos factores que contribuyen a la salud y el bienestar físico y psicológico, además de los mecanismos mentales adaptativos que permiten al individuo prever y afrontar la enfermedad.

Consideran importante destacar que los investigadores Park, Peterson y Seligman han descubierto que existen fortalezas humanas que funcionan como amortiguadores contra las enfermedades mentales, como el optimismo, la fe, la esperanza, la honestidad, la perseverancia, entre otros.

Incluso, como expresan Grases, Sánchez-Curto, Rigo y Adrover-Roig, se han diseñado estrategias que permiten disminuir los niveles de ansiedad y sus efectos negativos. Entre ellas se ha incluido el humor.

Por ello, cuando se trata de afrontar las situaciones cotidianas, el humor desempeña un rol protector, ya que los sujetos con alto sentido del humor suelen tener apreciaciones cognitivas realistas, flexibles y menos amenazadoras en contextos potencialmente estresantes, en esto coinciden con Reyes.

De igual modo, los resultados de las investigaciones parecen indicar que cuando se mantiene un buen estado de humor o se emplean sus estilos positivos se logra minimizar la ansiedad (Martin). En apoyo a lo anterior, señalan en su investigación que Abel consiguió que aquellas personas con elevado sentido del humor perciben menor estrés y ansiedad respecto a las personas con bajo sentido del humor, a pesar de experimentar problemas semejantes en los dos meses anteriores.

La investigación y los resultados

Por lo tanto, en su estudio, Giménez y Feldman plantearon la interrogante: ¿Existe una relación entre los estilos de humor y la ansiedad en estudiantes universitarios? Mientras que los objetivos específicos se enfocaron en identificar las dimensiones de los estilos de humor y la ansiedad rasgo-estado. Posteriormente, compararon cada uno de los estilos de humor y la ansiedad estado y rasgo de acuerdo al género en los estudiantes.

En su investigación participaron 243 estudiantes de pregrado de ambos sexos, en edades comprendidas entre 16 y 34 años, correspondientes a universidades públicas y privadas.

Giménez y Feldman explican que los resultados arrojaron diferencias inversas estadísticamente significativas entre los estilos de humor adaptativos y la ansiedad, tanto estado como rasgo. “No se obtuvieron asociaciones significativas entre los estilos de humor desadaptativos y la ansiedad. En cuanto al género no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el uso de los estilos Incrementador de sí mismo y Afiliativo. Sin embargo, los estudiantes del género masculino mostraron mayor propensión al empleo del Humor Agresivo y Autodescalificador, respecto al género femenino. Esta investigación arroja algunas evidencias de que las dimensiones del humor hacen independientes contribuciones en aspectos relacionados con la salud y el bienestar”.

Sentido del humor y salud psicológica

En general, los resultados de la presente investigación apoyan la hipótesis de que el sentido del humor no sólo es una característica definitoria de la especie humana, sino también un rasgo de personalidad que puede contribuir con la salud psicológica (Martin, 2007), al que se atribuyen beneficios psicológicos, físicos y sociales (Carbelo y Jáuregui, 2006). Sin embargo, distintos componentes del sentido del humor pueden exhibir diferentes relaciones con aspectos del bienestar físico y psicológico (Martin et al., 2003).

Respecto a la variable Humor Incrementador de sí mismo y Humor Afiliativo, se consiguió que dichos estilos estuvieron asociados a menor reporte de ansiedad tanto estado como rasgo y/o viceversa. Esto indica que la presencia de ambas variables de manera inversa protege la salud mental de los estudiantes universitarios. Es decir, que la muestra usa el humor como mecanismo de afrontamiento necesario para enfrentar situaciones amenazantes (Martin et al., 2003).  Esto pareciera indicar que recurrir a los estilos de humor adaptativos, quizás juega un rol protector ante los efectos adversos de la ansiedad en la salud de estos jóvenes.

Los resultados obtenidos en la presente investigación se corresponden con los trabajos realizados por  Martín et al. (2003) y D’ Anello (2008), donde señalan que las dimensiones adaptativas del humor están vinculados con indicadores de salud psicológica en diferentes muestras de estudiantes universitarios. Asimismo, Kuiper et al. (2004), encontraron que altos puntajes de Humor Incrementador de sí mismo y Humor Afiliativo están directamente vinculados a bajos niveles de depresión, ansiedad y afecto negativo. Del mismo modo, resultados similares fueron encontrados por Rodríguez (2010), al hallar que a mayor tendencia a utilizar el Humor Incrementador de sí mismo y Afiliativo, menor reporte de ansiedad e insomnio.

Los estudiantes incluyen el humor en su vida

Considerando lo anterior, se puede decir que los estudiantes que incluyen en su vida cotidiana el humor en sus dimensiones positivas, cuentan con una herramienta que les permiten menguar con la ansiedad; de esta manera, el Humor Incrementador de sí mismo y el Afiliativo actúan como factores protectores de la salud en el contexto académico.

En síntesis, estos hallazgos sugieren que el uso de los estilos de humor Agresivo y Autodescalificador está asociado con el género masculino. A su vez, la tendencia al padecimiento de la ansiedad tanto estado como rasgo, se vincula más con el género femenino respecto al masculino.

En consecuencia, el presente trabajo permite señalar que la salud (utilizando únicamente el indicador de ansiedad) de los estudiantes universitarios parece estar vinculada con la presencia de los usos del Humor Incrementador de sí mismo y Afiliativo no así con el Humor Agresivo y Autodescalificador.

En virtud de los hallazgos encontrados, se sugiere realizar estudios longitudinales con la finalidad de desarrollar teorías explicativas sobre el desarrollo del humor tanto en estudiantes universitarios como en otras muestras. Como sugiere Martin et al. (2003), la continuidad del trabajo debe ir encaminado hacia estudios de corte longitudinal y experimental a fin de evaluar la dirección de la causalidad entre los diferentes estilos de humor y las variables psicosociales asociadas.

Finalmente, el estudio permitió apoyar la idea de que ciertas formas o estilos de humor pueden ser más adaptativos y estimuladores de la salud que otros en una muestra venezolana, reafirmando la amplia gama de beneficios que se le atribuyen al sentido del humor.

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