Sin mediar ninguna convocatoria, simplemente seguidos por su convicción, los estudiantes de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) en compañía de algunos participantes de la Universidad Yacumbú (UNY), acudieron al Edificio Nacional para solicitar un procedimiento justo para los jóvenes que se mantienen detenidos desde el 10 de abril que hacen vida en dichas casas de estudio. Los jóvenes se han mantenido en asamblea debido a que la situación de las últimas semanas ha impedido tener clases de manera regular, afectando particularmente a los universitarios de zonas foráneos. No obstante aseguraron que seguirán en las calles.
Demostración de esto la dieron ayer, cuando desde sus respectivos decanatos, los estudiantes de Humanidades y artes, y de Ciencias de la salud decidieron marchar hacia los tribunales para solicitar que sus compañeros, Orlando Giménez y Pedro Rodríguez, sean puestos en libertad, asimismo, que tengan su audiencia la cual fue diferida. “No más excusas, no más mentiras, queremos audiencia este día”, gritaban los manifestantes.
Bajo la consigna de “urgente, urgente un nuevo presidente que no tenga bigote y que sea inteligente”, los estudiantes de medicina y enfermería recorrieron el centro de la ciudad; mientras tanto, los representantes del otro decanato marcharon al estilo de pelotón contestando a la reconocida frase del libertador, Simón Bolívar, de “un ser sin estudios es un ser incompleto”.
De esta manera llegaron ante los tribunales,donde nuevamente fueron recibidos por un contingente de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). De manera pacífica los jóvenes entonaron las notas del Himno Nacional y expresaron “Pedro, amigo, la UCLA está contigo”. La sociedad civil no dudó en apoyar a los manifestantes y varias personas se unieron a la actividad en donde también recordaron a Gruseny Canelón, fallecido durante las protestas.
Los universitarios no se limitaron a hacer las exigencias en nombre de sus compañeros, sino que además abarcaron otra realidad que los perjudica como venezolanos como lo e la escasez de alimentos. Con platos vacíos, en donde se leían ciertas comidas que ahora poco se encuentran, como también algunos derechos que se solicitaban: paz, libertad, justicia, entre otros, hicieron varia peticiones.
El comedor en sus casas de estudio también se ha visto afectado por la desaparición de ciertos alimentos, por lo que los universitarios no reciben la misma calidad desde hace algún tiempo e incluso, por los bajos presupuestos que son enviados, en reiteradas oportunidades han dejado de contar con tal providencia.
“Nosotros vamos a seguir en las calles hasta lograr que se le dé libertad a nuestros compañeros y que la realidad del país sea distinta”, expuso Raidel Giménez, presidente del Centro de Estudiantes del Decanato de Humanidades y Artes.
Aseguró además que la lucha emprendida seguirá siendo de manera pacífica, además de aportarle creatividad al proponer diferentes actividades que permiten no solo los estudiante sino al resto de la colectivida involucarse en a acción.