El Universo está compuesto de dos recursos: el recurso materia y el recurso energía. Toda la materia, por la estructura de sus partículas constituyentes, tiene energía. La energía en la materia tiene cargas electromagnéticas de naturaleza opuesta: positiva y negativa, es decir, es polarizada, razón por la cual, asume la gravidez o ponderabilidad; la ponderabilidad se traduce en peso; toda la materia, no importa su estado, es pesada.
Dice Einstein en la relatividad generalizada: “La masa inercial de un cuerpo no es constante, sino que varía en proporción con la variación de su energía.” La masa inercial de un cuerpo es igual a la masa gravitatoria; es la masa gravitatoria en movimiento. La masa inercial es una constante característica del cuerpo acelerado, según la ley del movimiento de Newton. Einstein distingue como masa inercial a la masa gravitatoria en movimiento; y complementa: “La masa inercial de un sistema de cuerpos
puede ser considerada directamente como la medida de su energía.” Pero lo más impactante de estas apreciaciones suyas, es que devela con ellas, su unidad, que hasta él se consideraban separadas. “El principio de conservación de la masa de un sistema coincide con el principio de conservación de la energía.” Masa y energía son una sola cosa en la materia. La masa es constante mientras no absorbe o emita energía; cuando absorbe energía aumenta la masa; cuando emite energía disminuye la masa. En este equilibrio de igualdad se fundamenta la conservación de la masa y la conservación de la energía.
La energía ponderable de la masa es la misma energía imponderable del Universo. La energía es una sola. Pero la energía contenida en el continente del espacio del Universo, tiene otras características que no son las características de la energía ponderable de la masa material. La energía espacial viene directamente de las estrellas que la producen. Es una energía incontaminada, pura, neutral e imponderable. Las estrellas son cuerpos ponderables en los cuales, como sucede en el Sol, mediante procesos termonucleares, se transforman unos elementos en otros, liberando energía en ese proceso. La neutralidad de ese proceso parece ser la que le confiere la imponderabilidad o ingravidez. Es decir, a pesar
de que todos los cuerpos ponderables asumen el peso como
recurso de atracción gravitatorio, todos, sin excepción, se comportan como cuerpos imponderables en el espacio imponderable.
Estimo al señor Pedro Francisco Torres su inquietante misiva que por su redacción sospecho sea muy joven. Sus inquietudes quedaran satisfechas en el desarrollo de estas columnas. Espero que también satisfaga la de la célebre ecuación de Einstein.