Las entrañas del país se estremecen. El sopor denso, fétido, asfixiante de aquel fatídico 27 de febrero de 1.989, recorre las calles de Caracas para anunciar la irreverencia de un pueblo cansado del engaño y la humillación. Casi 19 años de fantasía revolucionaria se desvaneces en la conciencia de los cerros. Esos mismos que sirvieron de excusa para empuñar la espada vengadora de Hugo Chávez, ahora bajan revelados para poner punto final a la mentira. La indiferencia criminal de una clase política indolente e incapaz, que nace como deslave ético moral de la Venezuela civil en 1.980, agudiza sus desvaríos en el poder para sucumbir en el lodazal pútrido de una revolución sin escrúpulos que ha saqueado los sueños forjados en el nombre de los pobres. Se acabó. No hay más tiempo. El país no está dispuesto a prolongar esta agonía…
El hambre toma cuerpo para alcanzar dimensiones inmanejables. Los cuerpos represivos del estado castrista se ven disminuidos frente a la gigantesca protesta popular que toma las calles día tras día. El 19 de abril representó un misil atómico en el corazón del cuerpo de flotación de un régimen agónico, torpe, desesperado. Sin capacidad de maniobra más allá de la mentira, la amenaza inocua y la violencia.Un gobierno que se pulveriza en la soledad de sus perversiones. Con fantasiosos montajes mediáticosque se desvanecen en la conciencia de su propia militancia, ante la aterradora realidad multitudinaria que recorre las calles del país. Están acorralados ante los señalamientos de un concierto internacional que presiona hacia la única salida decorosa que les queda: “Las elecciones generales”…
Los cerros caraqueños son ahora los grandes protagonistas. La miseria esculpida en el resentimiento forjado al cobijo del engaño y la manipulación, baja iracunda sin temor alguno a protestar por su legítimo derecho a vivir y a comer. Son brutalmente atacados por los grupos paramilitares del castrismo venezolano y responden en los mismos términos. El miedo cambia de bando para atormentar la miserable existencia de la jerarquía roja. No logran conciliar el sueño. Deambulan cual almas en pena hasta un amanecer que se eterniza a la espera de un zarpazo proveniente de sus propios acólitos. Las intrigas y traiciones recorren los tuétanos de la conciencia de quienes sienten que pudieran salvar sus pellejos. El cerco de la justicia internacional se cierra herméticamente para exigir salidas electorales. El voto castigo se les viene encima. Lo saben. Lo evaden. Pero a estas alturas del partido, es poco lo que pueden hacer. Es solo cuestión de tiempo…
Mis comentarios:
.- El país ha marcado la agenda del sector político, a quien ahora le toca dar la talla que la historia exige…
.- Es tiempo de una unidad superior a nuestras propias aspiraciones personales.
.- Es tiempo de desprendimiento en función de los grandes acuerdos tendentes a la obligante transición de un gobierno de unidad nacional…
.- El gran protagonista de esta gesta maravillosa es el pueblo venezolano a quien rindo honores desde este modesto espacio…
.- Nuestros jóvenes son los héroes que están dando la talla y ofrendan sus vidas por la libertad de los compatriotas…
.- Venezuela llora a sus hijos caídos en la barbarie roja y exige justica para los asesinos del pueblo…
.- Hemos topado con los cerros de Caracas mi querido Nicolás…
Que tus ojos miren de frente y tu mirada vaya derecho hacia adelante… (Proverbios 4:25)