Cuando hablamos de nieve, lo último que se nos vendría a la mente sería las playas y arenales de Mara en el estado Zulia. Sin embargo ese clima tropical, rodeado de arena dorada, fue el escenario de entrenamiento del campeón de 100 metros de caminata sobre nieve, en los Juegos de Invierno de las Olimpiadas Especiales en Austria
Su nombre es Leonardo Acosta, es un joven lleno de constancia, determinación y muestra que las barreras las ponemos nosotros mismos.
Su primera competencia la tuvo mientras estaba en el vientre de su madre, Isleida, cuando decide llegar a la meta tres meses antes, de la fecha estimada. Como toda carrera estuvo llena de obstáculos y momentos difíciles que sólo los campeones pueden superar, tal y como lo hizo Leo.
Luego de esta complicada carrera, a los tres años, sus deseo por seguir superándose, lo llevan a saltar una nueva barrera, el caminar; «desde que dio sus primeros pasos nadie pudo pararlo.” comenta su papá Danilo Acosta.
Su padre recuerda con entusiasmo los primeros pasos de su hijo en el arenoso patio trasero de su casa, “siempre iba de un lado hacia otro”. Pero no sólo la caminata era la actividad que despertaba el interés de Leonado; siempre que podía decir presente a cualquier juego que estuvieran practicando en su comunidad, en especial el fútbol, no dudaba en hacerlo.
Un corredor de las Olimpiadas
El anhelo de correr de este joven de origen guajiro, tomó pie cuando inicia en el Taller de Educación Laboral Mara, donde el director del taller, lo incentivo a pertenecer al programa de Olimpíadas Especiales, comenzando a entrenar con el sub programa Zulia Costa Guajira, posteriormente participó en una competencia nacional, donde resultó ganador de las medallas de oro y plata.
Estas medallas, le permitieron ganarse una invitación para participar en las Olimpiadas Especiales de Invierno en Austria, a pesar de nunca haber tenido contacto con temperaturas bajas y mucho menos con la nieve.
Arena para la nieve
La preparación para una competencia, como las Olimpiadas de invierno no es sencilla y menos con un clima como el de Zulia; Sin embargo, esto no fue limitante para Leonardo, quien entrenaba con unas raquetas hechas de madera y telas, acompañadas de unas medias rellenas de arena para imitar el peso de la nieve, levantado alrededor de dos kilos en cada paso.
Todos los días se levantaba a las 4:45 de la madrugada para comenzar su rutina, “Empezaba muy temprano para aprovechar un poco la temperatura, no tan cálida de esa hora; luego en las tardes, continuaba con su entrenadora, haciendo un total de ocho horas diarias de práctica hasta el día de la competencia”. Explica el señor Danilo.
El rey de la caminata en Austria
Luego de siete meses de preparación, llegó el día que Leonardo conoció la atmósfera con la que debía competir.
¿Cómo fue tu primer contacto con la nieve?
Me pareció maravillosa, nunca antes había visto la nieve, y me fue muy bien con ella.
¿Qué fue lo más difícil de ir a los Juegos Olímpicos de Invierno?
Gracias a Dios todo fue sencillo, el entrenamiento fue normal, yo lo vi fácil
¿Cómo te sentías cuando llegaste a la competencia?
Estaba muy concentrado, le pedí mucho a Dios, y él me dio mucha fortaleza para ganar.
¿Qué pensaste cuando te subiste al podio?
Una emoción muy grande que nunca había vivido
Ya que conoces la nieve, ¿qué prefieres, el frío o el calor del Zulia?
(Risas), un poquito de calor y un poquito de frío. Aunque me adapte muy rápido al clima de allá.
La competencia continúa
Este campeón no sólo fue el más veloz en la caminata de los 100 metros sobre nieve en de los Juegos Olímpicos, sino que se posicionó en segundo en el relevo y tercer lugar en los 200 metros. Actualmente se encuentra preparándose para dejar en alto el nombre de nuestro país, “estoy pensando en los Juegos Nacionales del año que viene; y de ahí para las clasificatorias, quiero ir a Abu Dhabi”.