La suspensión de la señal del canal colombiano El Tiempo Televisión por parte de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) por estar transmitiendo “la mamá de las marchas” de la oposición el 19 de abril, es la reiteración de la política restrictiva del Gobierno de Nicolás Maduro, declaró el profesor Carlos Correa, presidente de la organización no gubernamental Espacio Público, al ser entrevistado por EL IMPULSO.
El Ejecutivo Nacional mediante esa política impide que ningún medio nacional e internacional pueda ofrecer cobertura sobre lo que está ocurriendo en el país, explicó el analista. El objetivo que se ha trazado el Gobierno es monopolizar a través de los medios públicos y privados, a través de cadenas nacionales, la información que le interesa divulgar.
Por supuesto, eso genera un mayor nivel de ansiedad porque la gente quiere recibir la información por los medios que le gusta, le interesa o en los que confía.
Cuando es suspendida la señal de un canal se genera frustración, rabia y protesta, pues se está imponiendo la censura.
Evidentemente, una medida de esa naturaleza es rechazada por la gente porque no cree los cuentos que transmiten los medios oficiales.
La gente es muy desconfiada porque ya son muchas veces las actuaciones de Conatel contra los medios.
No hay que olvidar que el Gobierno ha impedido que periodistas del exterior puedan trabajar en la cobertura de informaciones que se producen en el país.
Al respecto se le prohibió hacerlo a cinco periodistas del canal televisivo Al Jazeera, al diario francés Le Monde, al Miami Herald, al canal francés M6 y al alemán Deutsche Welle, entre otros.
El 19 de abril hubo detención de periodistas y hay un caso muy grave con los comunicadores de la agencia francesa Capa, que están detenidos y al parecer le están formulando unos tipos de cargos -no sabemos cuáles-, sin haber efectuado el trabajo que vinieron a realizar en nuestro país. Quedaron detenidos una vez que llegaron al aeropuerto de Maiquetía.
Correa manifestó que las medidas restrictivas aumenta la naturaleza del interés que tiene la gente de conocer lo que está ocurriendo. Eso sucede siempre, ya que la gente piensa y lo dice: cuando se restringe un medio, algo está ocurriendo que el Gobierno no le interesa que se conozca.
Conviene señalar que cuando un medio de comunicación difunde una información, el lector, el oyente o el televidente conoce bien ese medio en el cual confía. Hay una identificación.
En las redes sociales, no ocurre lo mismo, explicó. La gente tiene que aprender a validar la información. Y una de las cosas que se está observando de manera muy recurrente es la difusión de mentiras.
Se están difundiendo mentiras con propósitos que uno no tiene claro cuál es el objetivo que persiguen, pero generalmente promovidos por intereses políticos.
Alguna gente cree en muchos de esos mensajes, lo cual es preocupante porque hay una distorsión de la realidad.
El proceso restrictivo, la autocensura, la inhibición está fortaleciendo redes de información.
En este aspecto insiste el profesor Correa en que la gente tiene que aprender a validar.
Estamos viendo que hace unas semanas hubo ataques a unos portales informativos y también a portales de derechos humanos.
La gente está ansiosa de obtener información de calidad.
Es por ello que las medidas restrictivas que ha venido imponiendo el Gobierno venezolano no le benefician en nada.
Porque se está generando una desconfianza en las informaciones oficiales, por una parte; y por la otra, el descrédito del Gobierno no sólo se ha venido incrementando dentro del territorio nacional, sino en el exterior.
Aunque el Gobierno pretenda hacer creer que tiene una hegemonía comunicacional, ésta carece de credibilidad y, por tanto, no satisface el interés de la población.
La salida de señales de canales que ya es una práctica continuada, no le reporta beneficios de ningún tipo.
Ahora la gente está más interesada en conocer la realidad y los medios que informan toman mayor fuerza.