La donación de más de medio millón de dólares para el acto de investidura de Donald Trump por parte de la empresa Citgo, posiblemente, respondía a que Venezuela estaba buscando algún dividendo político, según la apreciación del Dr. José Toro Hardy, economista y ex directivo de PDVSA.
Ellos -dijo refiriéndose a los funcionarios de la empresa petrolera que es dueña de Citgo- venían apostando a que Trump iba a tener muy buenas relaciones con Vladimir Putin, el jerarca del gobierno ruso, y pensaban que un acercamiento con éste podría llevar a unas mejores relaciones con el presidente de los Estados Unidos.
Esa es la razón por la cual dieron una contribución superior al medio millón de dólares para la toma de posesión de Trump, manifestó. Es frecuente que las compañías estadounidenses suelen hacer donativos para esa ceremonia.
Maduro hizo las más fuertes críticas a Obama, pero hasta el momento no ha hecho la menor crítica al presidente Trump.
Aunque la propietaria de Citgo es PDVSA, aquella es una empresa estadounidense. Es muy difícil considerar que la donación sea un delito. Lo cierto que es muy difícil de entender para los venezolanos esa donación.
Por otra parte, el Dr. Toro Hardy declaró que los rusos se están impacientando por los retrasos en los pagos de PDVSA.
Afirmó que esa petrolera se encuentra en una situación dramática. Es bien curioso que la principal empresa de América Latina, hoy no puede caminar por sus propios pies.
Para poder operar está recibiendo auxilios gigantescos por parte del Banco Central de Venezuela. No lo reflejan así los balance de la petrolera. Sin embargo, cuando se revisan las informaciones sobre agregados monetarios por parte del BCV, allí los auxilios entregados a “empresas petroleras” alcanza a 4.6 billones de bolívares.
Esa cifra es tan descomunal que equivale a 42 veces el monto de las reservas internacionales en Venezuela. Ese dinero representa el 88 por ciento de todos los bolívares que circulan en el país. Y por eso es la mayor fábrica de inflación en el mundo.