El ciclo de violencia y represión en Venezuela amenaza la vida de la población, advirtió este jueves Amnistía Internacional tras la muerte de dos jóvenes y un militar en la multitudinaria movilización del miércoles contra el gobierno de Nicolás Maduro.
«La ola de violencia y represión durante las manifestaciones en Venezuela está sumergiendo al país en una crisis de difícil retorno que amenaza la vida y la seguridad de la población», señaló la organización en un comunicado divulgado en Buenos Aires.
El presidente argentino Mauricio Macri también lamentó las muertes y «que no se haya atendido el pedido de la región de garantizar una jornada pacífica», según escribió en su cuenta de la red social Twitter.
Este jueves la oposición venezolana convocó a nuevas manifestaciones en todo el país y se teme por nuevos derramamientos de sangre. Ya son ocho los muertos en tres semanas de agitación política en medio del reclamo por el llamado a elecciones.
Un adolescente de 17 años y una joven de 23 fueron baleados por encapuchados que se movilizaban en motocicleta, según informó la Fiscalía venezolana. También falleció un miembro de la guardia militarizada por el disparo de un francotirador en las afueras de Caracas, según la Defensoría del Pueblo.
«Es inaceptable que, con sólo salir a la calle, automáticamente un venezolano o venezolana se encuentre en peligro y quede expuesto a la represión descontrolada de las fuerzas de seguridad. El derecho a la libertad de expresión, no es un derecho más, sino el más importante de toda la estructura democrática», sostuvo Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Amnistía Internacional «exhorta a las autoridades venezolanas a garantizar el derecho a la libertad de expresión y opinión de su población y, de manera urgente, investigar todas las denuncias de abusos a los derechos humanos cometidas durante las manifestaciones».
La organización humanitaria también alertó por el llamado Plan Zamora que desplegó Maduro en el que alistó a civiles en fuerzas de seguridad para «usar la fuerza para la que no están legitimados».
«La convocatoria es especialmente alarmante dadas las reiteradas denuncias de abusos por parte de grupos civiles armados», afirmó.