El presidente Nicolás Maduro denunció, sin mencionar directamente a su par estadounidense Donald Trump de dar alguna orden al respecto, que Venezuela está “enfrentando una arremetida del Departamento de Estado” que buscaría “provocar una intervención imperialista” en Venezuela.
“Han vuelto los métodos extremistas” a Washington, indicó. Maduro también denunció que en las últimas horas fueron capturados miembros de un grupo armado que pretendía desatar acciones violentas en la marcha opositora del 19 de abril.
Hizo esas declaraciones un día después de que apareciera acompañado de miles de civiles uniformados a los que les ofreció fusiles, lo que analistas y críticos extranjeros consideraron como un acto de intimidación a sus adversarios.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, instó al gobierno de Venezuela a que cumpla los compromisos que asumió en el marco del proceso de diálogo de finales del año pasado, que buscaba evitar una escalada de las tensiones políticas mediante la realización de “elecciones con prontitud, respetar la Constitución y la Asamblea Nacional; que se garantice la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos, y atender las necesidades humanitarias del pueblo venezolano”.
El portavoz también instó a los manifestantes a que se “expresen de manera no violenta” y exhortó a las fuerzas de seguridad venezolanas a cumplir sus responsabilidades legales y constitucionales “de proteger y no impedir las manifestaciones pacíficas”, incluida la movilización opositora del 19 de abril.
Maduro rechazó ese comunicado, afirmando que el Departamento de Estado “anuncia el golpe de Estado contra Venezuela, hoy 18 de abril”.
“Quien quiera ver el guión escrito para generar violencia, muerte… léase el comunicado. Ahí está el plan”, aseveró.
“Los Estados Unidos de Norteamérica, el Departamento de Estado, han dado la luz verde y el visto bueno para un proceso golpista de escalada para la intervención de Venezuela. Así lo digo y lo enfrentaré”, insistió.
El gobernante, sin dar detalles sobre sus implicaciones, anunció su decisión de “activar el plan estratégico cívico-militar” para el “orden interno”, en lo que catalogó como su primera fase para derrotar el presunto golpe.