La temporada de lluvias inició en Venezuela el pasado 15 de abril, pero las asociaciones agrícolas que por tradición producen el 80 % de los alimentos de consumo nacional, registran acopios del 30 % de insumos y 20 % de semillas en rubros como maíz blanco.
La inseguridad mengua también la actividad agrícola. Sin embargo, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), a través de AgroFanb, adopta las tarea del campo y podría, presumiblemente, estar recibiendo la poca semilla con la que cuenta la nación.
Así lo expresó Aquiles Hopkins, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agrícolas (Fedeagro), quien calificó como “injusta” la distribución de agroquímicos, fertilizantes y semillas en el país.
-No hay una estructura de gobierno que ataque la inseguridad en las zonas rurales… Pero también vemos cómo la Fuerza Armada, que debería estar dedicada a la seguridad, tiene participación en el acceso a los insumos. Se invierten entonces los roles.
Agregó que “centros fantasma y paracaidistas” concentran la recepción de insumos que históricamente eran entregados a los productores que hacen vida en el país, lo que profundiza los errores.
“Con el monopolio de suministros y agroquímicos, con el Estado a la cabeza, que tiende a incrementar su participación en la producción pero lo hace de manera ineficiente, se agudiza aún más la caída en la producción nacional, que ha sido permanente durante los últimos diez años. Se depende cada vez más de la importación. Ante la falta de divisas, se acentúa la escasez”, reflexionó.
De no potenciarse la producción nacional de alimentos, continuará el descenso de la producción, luego de que años atrás Venezuela produjera el 70 % de todo lo que consumía. En 2016 se estima que se haya abastecido sólo el 30 %.
El pasado sábado debió iniciar, como es tradición, el ciclo de siembra de invierno en el Occidente del país, pero las asociaciones en estos momento no tiene semilla en sus manos, sino preocupación en sus mentes.
-Ya es tarde. Llegaron las lluvias y no hay capacidad logística para movilizar todo el fertilizante y agroquímicos que se necesita para hacer frente a la superficie de siembra.
Sólo en maíz se estimaba una superficie de siembra de 500.000 hectáreas, pero en la actualidad, sólo cuentan para sembrar el 20 % de estas.
Los cultivos de café ya debían haber sido fertilizados, al igual que la caña de azúcar, mientras que el arroz, que sólo atendió el 40 % del consumo nacional el pasado año, también registra acopio de insumos del 30 %.
El panorama muestra una continuidad de la caída productiva, sino se revierten los daños.