Lara y Miranda han sido los estados comercialmente más afectados en la última semana. Carabobo también ha registrado “algunas escaramuzas”. No obstante, más allá de que la culpa sea de unos u otros el gremio exige al Estado actuar al respecto, como garante y responsable de la seguridad de las personas y los bienes.
En Lara los destrozos y saqueos incluyen comercios como un centro de abastecimiento de alimentos en la Piedad Norte (Palavecino); nueve tiendas del Centro Comercial Recreo, entre estas Mundo Samira; un frigorífico en la urbanización La Sucre; y diversos destrozos en la zona Norte de la ciudad, los cuales según versión de la comunidad, fueron ejecutados por “colectivos”.
Según datos suministrados por Cipriana Ramos, presidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), aproximadamente 50 negocios fueron saqueados a escala nacional la última semana, lo cual en su opinión “es muy grave”.
Atribuyó lo ocurrido a la “hostilidad anticomercial generada por factores del gobierno”, cuyos efectos fueron advertidos el pasado año, con motivo de la oleada de saqueos en Cumaná. Sin embargo, no hubo reflexión alguna.
El comercio saqueado dificilmente vuelve a abrir sus puertas, ya que por la actual situación del país el sector “echó mano” al patrimonio comercial y familiar, a fin de mantenerse abiertos. De allí que tampoco cuenten con recursos para de reinvertir en lo perdido. “Y tampoco invertirán conociendo el nivel de inseguridad física y jurídica que existen en Venezuela”.
Expresó que si bien algunos comercios saqueados en 2016 en Cumaná fueron beneficiados con créditos blandos, estos no fueron percibidos por todos los afectados. Las posibilidades de recuperación son ínfimas. “Como a todo en este país, el tema también tiene un tratamiento político”.
En este sentido, rechazó que exista un empeño en culpar a “tarifados de la derecha” o a “infiltrados del gobierno”, puesto que sólo cuando el Gobierno Nacional proteja verdaderamente a la ciudadanía y a las empresa se podrán detener los saqueos. Criticó que durante la suspensión del servicio eléctrico en Barquisimeto, el pasado martes, 11 de abril, no haya habido resguardo en las zonas afectadas, por lo que “la delincuencia organizada”, se aprovechó de la situación.
Subrayó que quienes saquean no son quienes protestan pacíficamente como expresión de su malestar por la situación país, sino quienes buscan sacar provecho de la situación. “Pero no se trata del venezolano humilde y trabajador”.
El llamado del sector es al Gobierno, para que proteja a los venezolanos, y a los mismos ciudadanos y comerciantes para resguardarse entre sí, puesto que la más afectada es la comunidad en la cual estos establecimientos hacen vida.