El director del terminal, Luis Valencia, recordó que el asueto se extendió a lo largo de 11 días y contaron con presencia de los funcionarios de la Policía Municipal de Iribarren, Fuerzas Armadas, Oficina Nacional Antidrogas, Protección Civil, Bomberos, Defensoría del Pueblo y estudiantes de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad.
En cuanto a la movilización, Valencia destacó que tan solo se trasladaron 240.000 personas, cifra que en comparación con la Semana Santa de hace un año, disminuyó en más de 45 %. El año pasado se movilizaron 440.000 personas, número que para ese entonces ya era considerado alarmante.
El director vio con preocupación que en la zona andina (Mérida, San Cristóbal) y Oriental (Puerto La Cruz, Cumaná, Ciudad Bolívar) no salió ni un solo carro los días jueves, viernes ni sábado, por falta de demanda de pasajeros.
“Esto es consecuencia de lo devaluado que está el poder adquisitivo de los venezolanos. La gente lo que medio tiene en el bolsillo es para sustentar los gastos de primera necesidad”, expresó Valencia.
En la opinión de Valencia la crisis de la baja movilidad, a su vez está relacionada con la cantidad de unidades que tienen paralizadas por la falta de repuestos. De 4.000 unidades que tienen registradas dentro del Terminal, el promedio que trabaja diariamente son 1.095, es decir que 75 % de la flota se encuentra inoperativa por falta de cauchos o baterías en su mayoría.
Valencia hizo hincapié en que dentro del terminal la dirección hace lo posible para que el servicio se efectúe de la mejor manera posible, sin embargo, ve con urgencia que la proveeduría comience a dar respuestas a los transportistas.
Agregó que pareciera que la intención del Gobierno nacional es desaparecer el sector transporte puesto que no tienen resultados concretos y al final las consecuencias las paga el venezolano de a pie, que día a día deben buscar las unidades que los lleven a sus destinos.
Igualmente destacó que se ven afectados por la falta de una nueva gaceta de tarifas. La última vigente es la 6.221, que tiene más de dos años. En esa gaceta un pasaje de Yaritagua a Barquisimeto cuesta 50 bolívares, cuando la tarifa urbana en Lara está en 150. En su opinión no existe realmente una intención del Ministerio de Transporte más allá de los acuerdos “bajo mesa” del sector transporte y el Gobierno nacional para los aumentos.
“Ya tenemos actos compromisos firmadas por los ministros y la presidencia de Fontur que acepta a los incremento vigentes, más no lo publican en Gaceta y pareciera que esa responsabilidad de aumentar los precios se trasladan a los terminales. Y eso es una consecuencia directa de la baja movilidad”.
Precaución
En cuanto a las protestas que se han suscitado en los últimos días, los transportistas han tenido que tomar previsiones y cambiar la hora de salida.
La ruta de Acarigua, ya después de las 4:30 de la tarde reduce la salida de los carros, puesto a esa hora podrían comenzar las protestas. Para Caracas los conductores esperan a ver cómo se desenvuelve el día para luego tomar la decisión de si enviaran o no los automóviles.
“Hoy (ayer) que Cabudare amaneció cerrado, los autobuses salieron desde las 4:00 de la mañana, hora en que abre el terminal, hasta las 6:00, luego disminuyeron las salidas de los carros en espera de ver qué ocurriría. Y pretendemos que así se mantendrá el sistema mientras existan protestas en las calles”.