Los dueños del abasto en el que se suscitó un hecho irregular, este Jueves Santo en Sanare, entre funcionarios de la Policía del estado Lara y militares del Comando Nacional Antiextorsión (Conas), se acercaron a la sede de EL IMPULSO, para decir que sí hubo extorsión y pedirle al Fiscal Superior de la región que investigue lo sucedido.
“Si estaban haciendo un procedimiento legal, por qué desconectaron las cámaras del local cuando llegaron (…) No nos mostraron orden de allanamiento, fue totalmente irregular”, dijeron las presuntas víctimas, Nelson Mosleh y Nohelia Aguilar.
Afirmaron que los efectivos del Conas los amenazaron de muerte y pidieron 2 millones de bolívares y mercancía para dejarlos quietos.
La razón de la supuesta extorsión serían bultos de azúcar, papel higiénico y harina de maíz que encontraron en el sitio.
“Nos decían que cuánto creíamos que valía nuestras vidas y nuestra libertad (…) Esto es la palabra de ellos contra la de nosotros (…) No entendemos por qué los dejan libres si están todas las evidencias”, expusieron.
Asimismo, hicieron responsables a los militares del bienestar físico de la familia Mosleh Aguilar.
Por su parte, desde el Conas sostuvieron que se encontraban realizando un procedimiento autorizado por el Ministerio Público y la Zodi-Lara, puesto que habían sido notificados de una supuesta desviación de alimentos de los Clap. Este habría sido entorpecido por agentes policiales del poblado.