Este Domingo de Resurrección la sociedad civil, movimiento estudiantil y organizaciones no gubernamentales de Lara, volvieron a la calle para continuar con la jornada de protestas pacíficas que se han venido realizando en la ciudad desde el pasado 5 de abril como consecuencia de las últimas sentencias emitidas por la Sala Constitucional del TSJ, que se tradujeron en un Golpe de Estado hacia el parlamento, represión, fallecidos, heridos y detenidos en todo el país.
En Lara, el segundo estado con más detenciones arbitrarias y tres fallecidos, se realizó ayer en el Santuario Santa Rosa de Lima una misa en honor a los fallecidos en protestas, así la denominó el Movimiento Estudiantil de Lara.
Asimismo, dirigentes de Primero Justicia convocaron a la Marcha por nuestros héroes que se desarrolló al concluir la homilía que fue presidida por el padre Humberto Tirado, párroco de Santa Rosa.
Al finalizar la eucaristía los manifestantes cruzaron el arco de Santa Rosa y se enrumbaron hacia la avenida Lara con Leones, donde efectuaron la quema de Judas, en este caso alegórico al Tribunal Supremo de Justicia.
Al paso de la movilización la ciudadanía apoyó la iniciativa con sus cacerolas y cornetas. No obstante, no puede obviarse que el grueso de la población no termina de sumarse a estas convocatorias y lucen muy flojas.
El sociólogo Nelson Freitez, coordinador de la Cátedra de Derechos Humanos de la UCLA, expresó que la cátedra acompañó los oficios religiosos en memoria de los jóvenes asesinados durante las manifestaciones realizadas en Barquisimeto las últimas dos semanas.
-Estas muertes son producto de la actuación irregular de bandas paramilitares y de la represión brutal de la GNB y PNB. En Lara contabilizamos 3 fallecidos, 52 heridos (12 por arma de fuego), 89 detenciones practicadas de las cuales77 personas se mantienen detenidas, quienes denuncian que han recibido tratos crueles, inhumanos y degradantes. Esto es inaceptable. El saldo es verdaderamente trágico. En Barquisimeto se concentra la represión más brutal y la actuación más masiva de las bandas paramilitares.
Freitez le exigió al Gobierno nacional el cese a la represión y señaló que los delitos cometidos por las fuerzas de seguridad del estado y los grupos irregulares son de lesa humanidad, que no prescriben.
Enjuiciar a los jóvenes con pruebas forzadas constituye una violación a las leyes y los derechos humanos.
Anunció que trabajan para constituir un frente social por lo que recientemente, en representación de las ONG de derechos humanos, le manifestó su preocupación al gobernador Henri Falcón y al alcalde de Iribarren, Alfredo Ramos ante la poca efectividad de los organismos policiales de Lara y el municipio.
-¿Qué respuesta les dio el gobernador al respecto?
-Reconoce que tiene que aumentar el trabajo de los organismos de seguridad y que es necesario un trabajo con los vecinos, los estudiantes y la ciudadanía a fin de lograr una mayor protección en las manifestaciones en las comunidades y que tiene que actuar sobre las bandas paramilitares. Le dijimos que debía detener a estos motorizados que salen del Core 4 y que actúe de manera decidida y firme, levante casos y los introduzca ante el MP.
Por otra parte el doctor Jesús Guarecuco, presidente de la Sociedad de Internos y Residentes del Hospital Central, expresó que el pueblo quiere justicia, paz, libertad y ni una muerte más, tampoco violencia.
“El Judas que estamos quemando es alusivo al TSJ porque esa es la figura que hoy en Venezuela ha creado una discordia muy grande porque no solo dieron un Golpe de Estado a través de la destitución de la Asamblea Nacional sino que no han hecho justicia ante todos los desastres y la violencia que ha habido en el país”. Pidió un cambio de gobierno y considera que Venezuela merece una democracia verdadera.
Por su parte el diputado por Lara ante la AN, Alfonso Marquina, añadió durante la quema de Judas que el presidente Nicolás Maduro traicionó a los venezolanos, generó la peor crisis social, económica, política e institucional.
-El régimen le dio una patada a la CRBV y pretende imponerse por la vía de la fuerza.
