Una ciudad en anarquía es producto de las malas políticas implementadas por los entes gubernamentales, quienes deben mantener el orden en cualquier punto. De allí que el control es sumamente importante para que Barquisimeto, sea una capital de referencia.
El cruce de la avenida Bracamonte con Venezuela es un completo caos… nadie respeta las leyes de tránsito, y ninguna autoridad toma cartas en el asunto. Los conductores hacen lo que crean convenientes con el semáforo: no importa si está en verde o rojo, siempre es vía libre a cualquier hora del día.
Los vendedores informales pasan la mayor parte del día tratando de ofrecer su mercancía a todo el que pase por esta importante arteria vial del este de Barquisimeto. Quienes pasan por allí, se asuntan cuando alguien se acerca a entregarle algo.
Un bote de aguas mantiene la vía colapsada… Esto es producto de la indolencia de las autoridades competentes en la materia.
El rayado peatonal perdió su propósito y significado. Nadie parece respetarlo, y las personas se ven obligadas a esquivar los vehículos
Cerca de las esquinas suelen encontrarse carros que ofrecen mercancía a todo aquel que pase por la zona. Muchas madres con sus hijos pequeños se dedican a pedir dinero como forma de sustento.
Después de las seis de la tarde, los vendedores informales preparan en la isla sus cosas para marcharse y volver al día siguiente.