La existencia del cáncer en todas sus expresiones ha existido desde hace siglos, y se ha acrecentado a medida que las poblaciones van expandiéndose. La tecnología y el desarrollo social, económico y cultural de las sociedades ha permitido que el diagnóstico de nuevos tipos de cáncer sea más fácil, de esta forma los tratamientos y procedimientos podrán ser suministrados a tiempo.
La lucha contra el cáncer de mama ha calado en las sociedades de tal forma que se han creado campañas, organizaciones, fundaciones y todo tipo de proyectos que promuevan la conciencia de realizarse los estudios y que puedan disminuir los índices de diagnósticos o de mortalidad por esta patología.
Según la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV) en un estudio realizado en el año 2015 junto al Centro de Estadística y Matemática Aplicada de la Universidad Simón Bolívar, afirman que la mortalidad por cáncer de mama ha aumentado en 11 % y que la mayor incidencia sigue siendo en pacientes mayores de 45 años. Sin embargo, en la revista de la Sociedad Venezolana de Oncología, se publicó en el 2010 un estudio realizado por médicos de la Escuela de Medicina Dr. José María Vargas, en el Instituto Oncológico Luis Razzetti, donde destacan que esta patología en pacientes jóvenes oscila el 5 % de todos los casos detectados en esa institución.
Por otra parte, en Barquisimeto en la clínica de mamas, según el Dr. Joel Rodríguez, especialista en mastología e integrante de la Unidad de Mastología de la Asociación de Planificación Familiar (Alaplaf), comenta que hasta el año 2016 el 15 % de los casos diagnosticados se daba en mujeres menores de 40 años.
Estos tres datos forman parte de un alarmante incremento, pues el pico regular o de mayor riesgo se da luego de los 40 años, Rodríguez comenta que esto pudo producirse debido a que las pacientes pueden tener antecedentes familiares de cáncer de mama, por lo que se trata de casos genéticos, por lo que recomiendan comenzar a realizar los chequeos con mayor anticipación, pudiendo iniciarse a los 20 años con un eco mamario.
“He visto pacientes de distintas edades, 19, 24, 31, 34; no es lo frecuente, pero se ve y en vista de la edad tan joven es lo que alarma”, relató Rodríguez.
“Hay un estudio de un hospital de Madrid donde establecen que el cáncer en mujeres jóvenes ha incrementado levemente en 6 a 7 % de los casos”, destacó, además agregó que debido a esto algunos países han optado por disminuir la edad de inicio de los estudios monográficos y evaluaciones mastológicas. Además realizó un trabajo de investigación sobre como son los programas de pesquisa de cáncer de mama en Holanda, donde pudo notar que allí la edad mínima es de 50 años, pero al notar que los índices han incrementado deben disminuirla.
En Venezuela anteriormente se recomendaba que a los 40 años se iniciaran los estudios, pero por las mismas razones antes mencionadas fue disminuida a los 35 años, pero es recomendable realizar ecos mamarios si se siente algún tipo de irregularidades en el seno, pero existen otros casos como Canadá, que debido a los pocos diagnósticos han tenido la ventaja de aumentar los rangos recomendados para los estudios.
Según la SAV, el 17 % de todos los casos de cáncer, se presenta en las mamas, lo que implica un gran porcentaje si se compara con todas las zonas donde puede presentarse esta enfermedad.
Parece insólito que mientras mayor es la tecnología que permite un alcance más positivo de las campañas de prevención y culturización sobre el cáncer de mama, aumenta los casos en el país, el especialista comenta que la educación es fundamental para que las pacientes puedan realizarse los estudios a tiempo o los tratamientos necesarios luego de que es detectado el tumor.
“Podemos diagnosticar un cáncer precoz, una enfermedad loco regional (que está en el seno y en los ganglios), o incluso ya en un estado avanzado, donde pueden estar comprometidos otros órganos”, detalló Rodríguez, agregando que va a depender de la aceptación y la motivación que tenga la paciente, la cantidad de información que tenga y asumir los tratamientos que sean recomendados por el médico especialista.
Relata que “los tumores más avanzados los vemos en pacientes que tienen un poco nivel educativo y por desconocimiento no informan, no le dicen a sus familiares y cuando llegan aquí ya tienen lesiones en la piel, algunas con metástasis a distancia”.
Una enfermedad asintomática
Realizarse los estudios oportunamente es de vital importancia, porque el cáncer de mama –a diferencia de otros- no tiene síntomas que permitan notar la enfermedad, solamente se puede predecir al sentir algún tipo de irregularidades al tocar los senos, convirtiéndola así en la primera causa de muertes de mujeres en Venezuela.
Es por esto, que en su mayoría las campañas promueven la cultura de tocarse y constantemente revisar a través del tacto y la visualización si puede haber algún tipo de irregularidades o aspecto visual cambiante que señale un posible tumor, lo que se convierte en la primera recomendación por parte de los médicos especialistas.
Mayores índices, menos insumos
En el 2015 el jefe del servicio de Oncología del Hospital J.M. de los Ríos, Augusto Pereira, aseguró que el 60 % de los pacientes con cáncer quedarían sin insumos médicos, actualmente el sector farmacéutico se encuentra en la peor crisis a raíz de la inflación que vive el país y los pacientes con cáncer no se escapan de ser víctimas de no conseguir los insumos para las quimioterapias o cualquier otro tratamiento que sea sugerido o recomendado por los doctores.
Este aspecto no distingue raza, color, edad, ni ningún otro tipo de rasgo, pues el conseguir estos insumos médicos se ha convertido en una disputa cuando llega algún tipo de medicamento.
Las quimioterapias son fundamentales en los tratamientos de los pacientes con cáncer, “nosotros preferimos aplicar estas quimio para tratar de reducir el tamaño del tumor, esperando que en algunas se desaparezca por completo y luego hacer una cirugía para preservar el seno en la mayor posibilidad”, explicó Rodríguez, agregando que el 25 % de los casos desaparecen con estos fármacos suministrados en este tipo de método para atacar el cáncer.
“Hoy en día hay una mayor tendencia por hacerse un vaciado de la glándula mamaria por debajo de la piel y hacer una reconstrucción con prótesis”, explicó Rodríguez, sin embargo el costo lo convierte en un privilegio.
No solo la crisis arropa a los remedios, sino que los equipos utilizados para las ecografías mamarias y mamografías requieren de un mantenimiento de alto costo, lo que aumenta el valor de las consultas y estudios, por lo tanto muchas de las mujeres no cuentan con los recursos económicos necesarios para si quiera hacerse los exámenes, mucho menos para los tratamientos, de forma que en Venezuela existen mayores riesgos de mortalidad por esta patología.
Alimentar conciencias
En una sociedad donde aumentan estos índices no solo de mujeres padeciendo esta enfermedad, sino del incremento de mortalidad, es importante continuar creando conciencia y cultura de la enfermedad, hasta tanto no se haya conseguido la cura, aunque existan campañas, fundaciones y organizaciones encargadas de esto, se vuelven insuficientes ante la desidia en la que se encuentran los laboratorios de fármacos.
Además no solamente se necesita de estos organismos sin fines de lucro, también se precisa una sociedad cambiante de pensamiento, de costumbres, donde las formas de concientización tengan la difusión necesaria gracias a la ciudadanía, gente que pueda motivar e incentivar.
La medicina en Venezuela está teniendo un declive alarmante y el compromiso de cada uno consigo mismo hará la diferencia, si se diagnostica un caso se necesita de aceptación, fuerza y voluntad para enfrentarlo.