Los vecinos del conjunto residencial Yupa denunciaron a EL IMPULSO que la noche del lunes fueron violentamente reprimidos por una docena de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana.
Relataron que a las 10:00 de la noche, mientras caceroleaban en contra del gobierno de Nicolás Maduro, los castrenses tumbaron la puerta y arremetieron sin mediar palabra contra los ciudadanos que se encontraban en las torres Mokoa y Sukumo.
Los funcionarios, con las culatas de los fusiles, rompieron los vidrios de todos los vehículos que se encontraban en el estacionamiento y posteriormente dispararon perdigones a quemarropa a unas veinte personas, tanto del complejo como del barrio Santa Isabel con calle 9 y avenida Florencio Jiménez, donde están los edificios.
De igual manera, los uniformados llevaron su represión y amenazas unos cinco pisos más arriba, violentando apartamentos y apuntando, arrinconando e intimidando a jóvenes, adultos, abuelos y niños.
Del complejo se llevaron a siete detenidos, incluyendo al vigilante del edificio y unos menores de edad, quienes fueron trasladados tras un fuerte hostigamiento, a la Base Aérea.
La acción se desarrolló durante por lo menos 20 minutos pero los vecinos coincidieron en que hasta las 3:00 de la madrugada se mantuvo el acoso.
“Los guardias les cayeron a patadas a la puerta entraron y destrozaron todo, nos dispararon sin mediar palabra y a quemarropa, estuvimos muy mal, horrorizados, angustiados, nerviosos”, relató la señora Marlene García, quien recibió múltiples heridas de perdigón.
A otro joven le dispararon en el pecho y a una chica en el cuello.
Se conoció que los vecinos fueron a la Defensoría del Pueblo, donde les dijeron que debían tener los nombres de los actores de estos hechos para procesar la denuncia.
Por otra parte, la Heladería Cali, ubicada en la avenida Vargas con carrera 25, fue saqueada la noche del lunes durante los actos vandálicos que se cometieron en la noche.
Eulimar Márquez, encargada de la tienda, dijo que a las 10:00 de la noche numerosos encapuchados violentaron la santamaría, rompieron los vidrios e ingresaron al lugar, de donde se llevaron las cuatro cámaras de seguridad, dos televisores plasmas, cuatro computadoras, cuatro máquinas registradoras y toda la mercancía disponible. Asimismo, cargaron con la impresora fiscal.
Vecinos alertaron a la policía de Lara del saqueo y en minutos llegaron a la heladería, pero ya los vándalos se habían llevado todo, incluso el sonido, los cuatro cauchos y la batería de una camioneta que estaba estacionada dentro del local. La denuncia fue puesta ante diferentes órganos de seguridad.