Para los católicos la Semana Santa es un momento de oración y reflexión de los misterios de la pasión y muerte de Jesucristo. La invitación de este grupo de creyentes es darle gracias a Dios en primer lugar y participar en toda la riqueza de la celebración propia de este tiempo litúrgico.
Tal como lo refirió la feligrés, Paula García, durante más de cuarenta días el católico se prepara para recibir en penitencia y sacrificio la muerte de Cristo y gozosos conmemorar su resurrección. Sin embargo la celebración eucarística se ha desarrollado en medio de un escenario político totalmente resquebrajado, que perturba la paz y recogimiento espiritual que muchos creyentes desean encontrar.
No obstante, gran parte de los feligreses no pierden la fe y el deseo de continuar con su oración y su obra para aportarle un bien espiritual tanto a la sociedad como al país entero. “En momentos difíciles es cuando más debemos unirnos. Sabemos que hay gente que muere mientras lucha pero eso no nos debe detener, porque con nuestra batalla espiritual sacaremos al país adelante. Debemos de vivir la Semana Santa como realmente es”, expresó García.
En tanto, distintos miembros de la pastoral juvenil aseguran que más nunca deben de aportar su granito de arena mediante la oración y las misiones, en medio de esta crisis.
Un colaborador de la iglesia Cristo Rey, William Saavedra recordó que desde hace cuatro años se dedican a animar jóvenes para que sigan la Semana Santa en comunión con Jesús. A lo largo de una semana se dedican a realizar una convivencia mientras otro grupo desarrola un trabajo misionero en distintas comunidades de todo el estado Lara como El Tocuyo, Los Pocitos, Cubiro.
“Cuando llegamos a las comunidades tratamos de llevarles a todos el conocimiento de la palabra de Dios mediante la oración, dinámicas, actividades para los niños, entrega de alimentos y vestimenta a las personas más necesitadas”, expresó Saavedra.
Igualmente destacó que su vocación de servicio está inspirada en lo que proclaman las escrituras. Y a pesar de las dificultades que puedan estar afrontando, ellos consideran que la fe que los motiva es el saber que por estar en medio de esta situación, tienen la plena seguridad que nunca les va a faltar nada en su vida.
“No importa la carencia que nosotros tengamos porque nosotros sabemos que cuando damos al necesitado Dios nos multiplica y provee de todo lo que necesitamos. Yo creo que la Semana Santa la debemos vivir con un espíritu siempre unido a Dios, porque además hay que recordar que vivimos el gran milagro que Jesucristo nos dio”.