En seis puntos de concentración entre el oeste y el este de Barquisimeto se distribuyeron, ayer por la tarde, la sociedad civil y los jóvenes larenses para darle continuidad a las protestas que desde la semana pasada se han desarrollado tanto en la capital larense como en otras regiones del país. Aunque inicialmente las manifestaciones transcurrieron con tranquilidad, conforme avanzaron las horas, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana protagonizaron episodios de represión contra los manifestantes.
Jóvenes del partido Voluntad Popular ondearon banderas naranjas y la tricolor en la avenida Florencio Jiménez, cerca de residencias El Cristal. Se sumaron vecinos de la urbanización Rafael Caldera, Brisas del Obelisco, Santa Isabel y Pueblo Nuevo.
En la calle 54 con avenida Libertador, otro grupo de personas se congregó y allí se detuvieron, igual que en el lugar antes nombrado, un puñado de hombres vestidos con uniformes de Transbarca y sostuvieron una discusión breve con los manifestantes por, según explicaron los protestantes, sentirse ofendidos por las consignas.
Más adelante, frente a los edificios de la urbanización Antonio José de Sucre, varios muchachos se plantaron debajo de la pasarela de la cual colgaba una pancarta con la precisa convicción: “No más dictadura”.
El coordinador juvenil de la parroquia Unión por Voluntad Popular, Jesús Suárez, habló por sus pares: “La presión que se está haciendo en el país e internacionalmente a ellos (El Gobierno) los tiene asfixiados. Están buscando manera de que la gente se vaya a sus casas, pero el pueblo despertó y está en la calle”, evaluó el también dirigente universitario.
En la plaza conocida como La Botella, en la avenida Libertador, un grupo más numeroso dejó plasmado sobre el asfalto y en carteles la misma frase: “No más dictadura”. Allí confluyeron adultos, abuelos y estudiantes para expresarse. Carmen de Bullones, una señora de 75 años de edad, se reconoció “cansada de hacer colas” y de la inseguridad.
Respeto a la Asamblea Nacional, liberación de los presos políticos y restablecimiento del orden constitucional reclamó Raúl Pérez desde El Cardenalito, al este de la ciudad, donde residentes de la zona se plantaron vigilados siempre por tres equipos de castrenses.
Capítulo de represión
Después de que manifestantes obstaculizaran la intersección de la avenida Lara con Los Leones, en el este, en la calle Juan Carmona, contigua a la sede del diario EL IMPULSO, efectivos de la GNB golpearon y se llevaron detenidos a unos 10 muchachos.
Las primeras horas de la noche la asociación civil Movimiento Vinotinto había contabilizado 39 arrestados entre ellos dos menores de edad.
Más tarde, mediante negociación con la Defensoría del Pueblo y los castrenses aquellos que no tenían la mayoría de edad fueron entregados a sus padres, informó el coordinador de Funpaz en Lara, Andrés Colmenarez.
Agredidos periodistas
Mientras los uniformados ejecutaron las detenciones cerca del edificio donde funciona este rotativo, otros funcionarios del mismo organismo agredieron e intentaron quitarle el celular al periodista Brian Vidal, reportero de este medio de comunicación, cuando cubría el acontecimiento.
Entre tanto, el periodista Arturo López de La Prensa resultó herido con perdigón mientras cubría la protesta frente a la plaza La Botella.
En Carora, municipio Torres, al reportero gráfico Jonathan Suárez y la periodista Annylexis Loyo del diario El Caroreño los atacaron cuando acudieron a la plaza Lara, ubicada frente a la Alcaldía, porque allí se echaría a andar un ‘pancartazo’ de jóvenes opositores. Al fotógrafo intentaron arrebatarle la cámara.
Para evitarlo, intervino Loyo. A ambos los golpearon. Ella tuvo una lesión leve en el labio y él en la mejilla, requirió sutura.
