La situación laboral en Corpoelec en el estado Lara, como ocurre en el resto del país, es inaceptable para los trabajadores debido a la presión que sobre ellos mantienen sus directores.
Lo declaró Oswaldo Méndez, directivo del sindicato que los agrupa, al reiterar su denuncia sobre los atropellos que vienen recibiendo por parte de los altos funcionarios de la empresa.
Señaló que existe una campaña de terror y que, incluso los dirigentes sindicales, a pesar de gozar de fuero, son amenazados con ser destituidos si denuncian a los medios de comunicación las irregularidades que allí están ocurriendo.
Méndez, quien no ha escapado a esas amenazas, denunció que, para comenzar, los trabajadores de Corpoelec están cobrando salarios por debajo de los mínimos.
Además, tienen dificultades para cumplir con sus obligaciones por el deterioro que presenta la empresa y puso como ejemplo que apenas un 20 o 25 % de las unidades están activas, de allí que el personal confronta dificultades para salir a la calle a corregir fallas en el servicio.
También denunció la inseguridad reinante luego de que fuese retirada la empresa de vigilancia privada que prestaba el servicio y ahora los trabajadores cumplen con sus jornadas en las subestaciones sin protección alguna.
Dijo que, por esa falla, los suscriptores sólo pueden cancelar el servicio con tarjetas por el riesgo que representa tener altas sumas de dinero en efectivo.
Oswaldo Méndez dijo que después de Semana Santa se reanudarán las acciones de protesta para reclamar la recuperación de la empresa que, en lo que respecta a Lara, cuando era Enelbar, se caracterizaba por la eficiencia, lo que no ocurre ahora, no por su personal sino por la falta de equipamiento.
