En un comunicado, el Consejo urgió a todos los estados miembro a cooperar con el gobierno egipcio para llevar ante la justicia a los perpetradores de los ataques, que fueron reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI).
Los miembros del cuerpo ejecutivo de la ONU «expresaron su profunda simpatía y condolencias a las familias de las víctimas y al gobierno de Egipto y desean una rápida y completa recuperación a quienes resultaron heridos» en los atentados, señala el comunicado.
«Los miembros del Consejo de Seguridad reafirman que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye uno de las más serias amenazas para la paz y la seguridad internacional», agrega.
Al menos 43 personas murieron en los atentados perpetrados en Tanta y Alejandría cuando los creyentes celebraban el domingo de Ramos.
Se trata del ataque más sangriento de que se tenga memoria contra la minoría cristiana coopta egipcia.
El secretario general de las Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres, también condenó los ataques en un comunicado por separado, en el que manifiesta su esperanza en que los responsables del atentado sean llevados ante la justicia.