Por iniciativa de Eduardo Agüero y Alejandra Barrios, estudiantes de Psicología en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), como propuesta de su trabajo de grado para obtener el título por el que están estudiando, plantearon realizar a empleados de EL IMPULSO la actividad “Píldoras Mindfulness para aliviar el estrés laboral”, dictada por la psicóloga María Natalia Ruiz, quien tiene experiencia con este método y ha tenido un éxito abundante en sus pacientes.
“El foco de trabajo de esta técnica es la atención como proceso cognitivo, la cual se toma y se ve como un músculo, por lo que se convierte en algo capaz de ser adiestrado”, explicó Ruiz.
Durante 10 días, 18 trabajadores de diferentes departamentos de esta empresa tuvieron la oportunidad de aprender este método que busca la atención o conciencia plena, ayudando organizacionalmente en el ambiente laboral y además personalmente en las actividades rutinarias de cada uno.
“Lo que se quiere es que ganes más atención de lo que sucede en tu día a día y uno de los objetivos de la meditación formal e informal –que son las dos maneras de meditar- es la desautomatización de procesos, como cepillarse, comer, caminar, ducharse, o cualquier situación diaria”, agregó la psicóloga.
Por ser la primera vez que este programa se lleva a una empresa en Barquisimeto, Ruiz aseguró sentirse sorprendida de la rapidez de aprendizaje y captación de los trabajadores de este rotativo. “Es increíble como ya en los primeros días habían tomado las posturas, técnicas y todo lo que implica la meditación”, exaltó.
Los inicios
Esta técnica se trae de la meditación budista tibetana en los años 70 y se occidentaliza por el Dr. Jon Kabat-Zinn de la Universidad de Massachuset donde él crea una clínica para reducir el estrés, que llevaba un programa de sesiones de trabajo. “Él lo que hace es occidentalizar la meditación, deja de ser tradicional sino que cambia un poco la postura, se adapta a nuestras realidades”, detalló Ruiz.
En un principio se utilizaba como terapia hospitalaria y universitaria, por lo que ahora el hecho de que se esté implementando en una empresa se considera un avance para el método.
Experiencia enriquecedora
Luego de presenciar el cierre de esta actividad, es evidente el cambio que presentan quienes vivieron este proceso, por ello durante la última jornada del taller expresaron voluntariamente sus agradecimientos y experiencias con respecto al hábito que ahora, para muchos, será parte de su día a día.
Expresaban frases como “ahora soy más consciente de mis acciones”; “gracias por este maravilloso regalo que nos han dado”; “puedo ver la vida desde otra perspectiva”, entre otras más. Por ende, es notoria la satisfacción, aprendizaje y herramientas adquiridas durante esta jornada.
El propósito es que continúen con esta técnica, la perfeccionen y la pongan en práctica en sus rutinas. “Si alguien se da cuenta que algún proceso personal necesita trabajarlo a nivel psicológico, vayan a terapia y que tratemos de vernos al menos una vez al mes o cada dos meses para que no se pierda el trabajo que hemos hecho”, culminó Ruiz.
En tanto, los estudiantes que organizaron esta actividad esperan poder expandirla y llevarla a distintos espacios empresariales.
