Puede que las fallas en la distribución de combustible en el país aún no se normalicen, a pesar de que recientemente se informó que el Complejo de Refinería El Palito, entró en funcionamiento tras un largo período de mantenimiento. El mismo surte a estados como Lara.
Rafael Quiroz Serrano, economista especialista en hidrocarburos, declaró que según tiene conocimiento las seis refinerías del país funcionan a un 45% de su capacidad operativa, lo que no permite atender el consumo doméstico con producción nacional.
La capacidad de refinación dentro del territorio nacional es de 1.300.000 barriles diarios de hidrocarburos y el consumo doméstico de estos, tomando en cuenta aceites, grasas, querosén, gasoil y otros, es de 710 mil barriles diarios.
No obstante, parte de la producción de hidrocarburos de Venezuela es destinada para el cumplimiento de compromisos con distintos países, lo que expone aún más la producción venezolana y el abastecimiento nacional. Es mayor la cifra de lo requerido que lo producido.
El Complejo de Refinería El Palito tiene capacidad para producir 140 mil barriles diarios. No obstante, a pesar de haber iniciado sus actividades, aún no se ha reparado la planta hidrodesulfuradora, ni funciona la planta catalítica. Por tanto, no trabajan en condiciones óptimas.
En Paraguaná, detalló, Planta Amuay, también presenta problemas con las unidades hidrotratadoras, debido al incendio ocurrido años atrás, que generó fuertes daños físicos, los cuales aún no han sido repuestos.
En Punta Cardón, dos unidades de alquilación, también presentan severas fallas.
La falta de mantenimiento de los equipos, sumado a los accidentes suscitados en la industria nacional, han impedido recuperar la producción de la estatal.
Por consiguiente, el país ha recurrido a la importación de crudos, gasolina y aditivos para la producción de esta, los cuales son traídos de Estados Unidos, Canadá, Brasil y España.
El experto acotó que a lo interno de Pdvsa continúa la caída de los niveles de producción, mientras que la adquisición de aditivos para la formulación petrolera se hace cada vez más limitada por los altos costos. El deterioro de los equipos se suma al drama de la industria.