Como cada año, la patrona de los larenses sale el 14 de enero en una procesión que es considerada la más grande de Venezuela y la segunda de América Latina, para luego realizar un recorrido por diferentes parroquias de Barquisimeto, que finaliza el día anterior al Domingo de Ramos.
Mañana 8 de abril, comienza la peregrinación desde la Iglesia San Antonio María de Claret, ubicada junto a la Plaza Macario Yépez al este de la ciudad, -donde se encuentra hoy-, hasta el pueblo de Santa Rosa, donde hace más de un siglo ocurrió el milagro. Las tradiciones cristianas-católicas reflejan que la forma de alabar a Dios es el canto, y por eso las homilías se han caracterizado por estar llenas de música.
En esta ocasión, la agrupación encargada de recibir a la Excelsa será A cuatro voces, quienes fueron los mismos en hacer tres presentaciones durante la procesión. Contarán con dos serenatas, una a la altura del Tiuna y otra en la tarima que colocarán donde está el campanario.
Este cuarteto nació hace un año con el sueño de poder cantarle a la Divina Pastora en el recibimiento en la catedral de Barquisimeto y se les cumplió, luego de haberse presentado en la salida. David Arrieche, Francesco Hernández, Daniel Astorga y Nicolás Torrez son los encargados de darle vida a esta agrupación, siendo dos barítonos y dos tenores para darle un balance a sus armonías.
El crecimiento de estos jóvenes larense se ha basado en su creencia religiosa más la vocación y pasión que tienen hacia la música, que siempre ha sido clave en cualquier disciplina, el trabajo duro, la constancia y perseverancia, más el apoyo de su familiares, amigos y el director artístico Nixon Sánchez.
La Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar, conformada por 75 artistas, acompañará a esta agrupación, para crear nuevos sonidos exclusivos para la Excelsa Patrona, en adoración y alabanza a quien por años ha sido la inspiración y fe no solo para los guaros sino para la mayoría de venezolanos.
Un foco muy importante involucrado en el desarrollo y crecimiento de A cuatro voces es la relación que mantienen entre ellos, han creado una amistad que va más allá de la música, se ha convertido en una hermandad, siendo esto clave para lo que buscan llevar al público y los sentimientos que quieren aflorar.
La incursión en la música no ha sido nueva para ellos, desde muy pequeños han tenido la inclinación artística y la preparación para este estilo de vida, de forma que los éxitos obtenidos y el gran futuro que les espera no es cuestión de suerte, sino de trabajo y una “bendición”.