La oposición venezolana pidió el jueves a los gobiernos del continente aumentar la presión para que el presidente Nicolás Maduro celebre elecciones generales este año, incluso suspendiendo al país caribeño de la OEA si fuese necesario.
«Todo lo que signifique presión para elecciones, nosotros por supuesto le damos la bienvenida», dijo a reporteros el presidente de la Asamblea Nacional Julio Borges tras reunirse durante dos horas con el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
El encuentro ocurrió el mismo día en que manifestantes de la oposición se manifestaban en Caracas contra el gobierno.
Borges advirtió que la oposición venezolana «no pide una intervención extranjera. La única intervención que queremos nosotros es la del pueblo venezolano a través de elecciones. Esa es nuestra lucha, y que la comunidad internacional presione y haga efectivos sus mecanismos».
El dirigente opositor visitó la sede de la OEA la misma semana que la organización aprobó por consenso una resolución que califica las decisiones del Tribunal Supremo de Venezuela como «incompatibles con la práctica democrática» y señala que «constituyen una violación del orden constitucional».
La OEA adoptó su resolución 48 horas después de que el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela suprimiera las acciones con las que había retirado sus poderes a la Asamblea Nacional.
Almagro ha pedido públicamente a los estados miembros que deben suspender a Venezuela de la organización si el gobierno de Maduro no celebra elecciones a la brevedad.
Borges argumentó que los países del continente deben ejercer mayor presión porque la situación venezolana se ha convertido en una crisis humanitaria que provoca flujos migratorios descontrolados.
«El problema venezolano ya no es solo de los venezolanos dentro de la frontera, se ha extendido a todas partes», indicó.
El presidente del parlamento venezolano se mostró reacio a intentar una nueva ronda de diálogo con el gobierno de Maduro que incluya mediadores internacionales, tal como la infructuosa iniciativa de año pasado en la que participó el Vaticano. «El único diálogo posible en Venezuela es el voto», indicó.
El sexenio de Maduro culmina en 2018, pero la incertidumbre sobre la celebración de las próximas elecciones presidenciales se acentuó después de que Caracas suspendiera indefinidamente las elecciones de gobernadores el año pasado.
Borges, quien planeaba regresar a Caracas la noche del jueves, adelantó que prevé regresar a la capital estadounidense durante las próximas semanas para reunirse con congresistas y funcionarios del gobierno del presidente Donald Trump.