La crisis estructural derivada del inmisericorde manejo de la economía nacional, con la consecuente fuga de divisas y capitales destinados a engrosar bolsillos de la jerarquía roja y de particulares asociados al gobierno, ha generado la destrucción de las finanzas públicas con consecuencias nefastas en los flujos de caja de las empresas de servicios responsables del agua, la luz, la telefonía, el aseo urbano, el transporte públicos, el combustible, etc. Literalmente hablando, el país ha sido sometido a un saqueo de tales dimensiones durante estos 18 años, que ya se hace absolutamente inviable sostener el modelo rentista de subsidios nacido a raíz del bum petrolero del siglo XX. En Venezuela, los servicios públicos y el combustible, prácticamente se han regalado durante casi 60 años. Pudiéramos decir, parafraseando el romanticismo manipulador asociado al populismo clásico del tercermundismo en el cual nos anclaron, que hemos disfrutado de la gracia celestial derivada de haber nacido en un país rico y petrolero…
Lamentablemente, no hay plata para continuar regalando la gasolina, la luz y el agua. En el año 2005, Hugo Chávez mutiló las hidrológicas regionales para concentrar toda la carga presupuestaria en el poder central y medrar la capacidad decisoria de los estados y municipios. Esta situación trajo como consecuencia una disminución drástica de la capacidad operativa y nivel de desempeño de todas las hidrológicas del país con la merma considerable en la calidad del servicio. El dinero destinado al mantenimiento y rehabilitación de cuencas, embalses, líneas de aducción, plantas de tratamiento y redes de distribución, fue concentrado en la administración central, dejando a los estados solo un mínimo porcentaje del situado constitucional y la recaudación tarifaria. A esta castración presupuestaria debe añadírsele una estructura de costos dolarizada, hecho que se traduce en una inviabilidad financiara para mantener el desempeño óptimo de los componentes de los sistemas de abastecimiento de agua potable del país y particularmente del estado Lara.
En términos prácticos, los costos son en dólares y las hidrológicas cobran en bolívares. Además, no hay dólares en el país para abordar las carencias de insumos operativos, lo que se traduce en la severa crisis de abastecimiento de agua potable, con tendencia a agudizarse en los próximos años. Para completar el cuadro, no puede faltar el sector político causante del problema porque arrasaron con los dólares del país, el cual atribuye las deficiencias del servicio, a supuestos entuertos y manejos deficientes de los gobiernos regionales y sus hidrológicas.
Finalmente debemos decir, que si el país hubiese tenido durante éstos 18 años un gobierno mediamente responsable y menos corrupto, la fiesta del subsidio continuaría, y consigo, la gracia celestial de haber nacido en Venezuela…
Mis comentarios:
-Luisa Ortega respondió a la presión de 1.800 fiscales de la institución que dirige, quienes le exigieron un pronunciamiento ajustado a derecho…
-Con su posición Institucional, obligada, le ha enredado más el panorama al debilitado gobierno de Maduro…
-Se evidencian claramente las fracturas internas del chavismo y el madurismo…
-Los militares han tenido la prudencia de no embarrarse con tan descabellada sentencia…
Compra la verdad y no la vendas;también la sabiduría, la enseñanza y el entendimiento…(Proverbios 23:23)
Sergio Borgel