Comenzamos un nuevo año y estamos prontos a celebrar una fecha especial para todos; bien sabemos que el 14 de febrero se relaciona con el amor de pareja, sin embargo, puede ser un día para celebrar la relación que tenemos con nuestro yo interno, reafirmando cuanto nos queremos y lo que estamos dispuestos a hacer para seguir creciendo como personas
Dicen por ahí que “si no nos amamos nosotros mismos, difícilmente podremos amar a otros”, es como ir a la peluquería, después de un día de gimnasio, por muy bellos que nos veamos por fuera, si en nuestro interior no hemos trabajado, para mejorar lo que somos, ese cambio puede terminar convirtiéndose en pérdida de tiempo y dinero.
Cuando nos sentimos satisfechos con quienes somos, se hace fácil hallar la felicidad, la podemos mirar, oler, saborear y hasta escuchar; nos sentimos plenos y la sonrisa se dibuja con facilidad en nuestro rostro, esto será lo que nos permita pasar a un segundo nivel, uno donde podamos compartir nuestro amor con otra persona.
¡Me gusto!
A veces, es necesario recordarnos que nos gustamos, aunque suene raro o parezca obvio, nunca está demás reafirmarlo; para ello, podemos crear una lista de las cosas que más nos gustan de nosotros mismos, física e internamente, a fin de impulsar nuestro amor propio cada vez que la leamos.
Perfecto imperfecto
A nivel físico tendemos a señalar constantemente nuestras “imperfecciones”, pero realmente estas no son más que ideas basadas en estereotipos sociales, así que de alguna manera, podríamos decir que no existen; es cuestión de cambiar la óptica y vernos como lo que realmente somos: personas únicas e irrepetibles.
Déjalo correr
Como si se tratara de un calmante, el miedo paraliza y en consecuencia, no nos permite avanzar, es hora de abrir la puerta y dejar que todo lo que nos atemoriza escape. Reprimir lo que sentimos o pensamos por miedo a lo que otros puedan creer es uno de los errores más comunes; amarnos consiste en permitirnos ser, disfrutarnos y defender nuestros pensamientos, siempre y cuando estos no lastimen a terceros.
El león en el espejo
Imaginemos por un momento que somos un pequeño gato que al posarse frente a un espejo se ve como un enorme y fuerte león. Así mismo debemos vernos, como personas grandes de corazón, fuertes de pensamiento y con una inteligencia feroz, lejos de caer en la prepotencia, de vez en cuando está bien reafirmarnos que somos los reyes de nuestra vida y que solo nosotros tenemos el poder de transformarla.
En alto y al frente
La postura de nuestro cuerpo habla por sí sola, una persona triste o acongojada caminará con la espalda encorvada y mirando el piso, permitiendo que su estado de ánimo siga decayendo. Si nos amamos, no podemos permitir que esto suceda, nuestra cabeza debe ir en alto y nuestra mirada al frente, para que no nos perdamos las maravillas de cada momento. ¡Que el cielo sea nuestro limite!
¡Me lo merezco!
Quizá llevamos tiempo soñando con alguna cosa que nos encanta pero, a pesar de ello, nos da lástima gastar dinero en nosotros mismo. Cuando sea así, debemos recordar que, no se trata de un gasto, sino más bien de una inversión a favor de nuestras emociones, ¿por qué privarnos de ver una sonrisa de satisfacción en nuestro rostro? Ahorremos un poco y consintámonos de vez en cuando.
Cree
Con la misma fe que confiamos en cualquier cosa, debemos creer en nosotros mismos y en lo que somos capaces de lograr. Puede que en el camino tropecemos un par de veces pero eso no debe ser impedimento para levantarnos y seguir adelante, con la convicción firme de que si podemos.
Apréciala
El tesoro más grande y valioso que tenemos se llama “vida”, debemos amarla y cuidarla como a nada y aunque suponga sobrepasar muchos retos, escapar de ella no debe ser una opción, en la medida que saltemos las barreras nuestro camino se volverá más bello y nos dejará mayor aprendizaje.
