Con frecuencia cuando oscurece los fines de semana varias, las estaciones de servicio de Barquisimeto están ocupadas por vehículos aparcados dentro del espacio destinado para la venta de combustible. Los ocupantes son mayormente jóvenes que acuden para reunirse con amigos a escuchar música y a tomar bebidas alcohólicas. Una fiesta a cielo abierto y al borde la vía pública.
La estación de servicio de la avenida Venezuela, frente al monumento La Flor de Venezuela, al este de la ciudad, es una de las más concurridas. Dentro del área destinada para el avance de los carros cuando los conductores van a equipar el tanque se estacionan loe vehículos generalmente con las puertas o las maleteras abiertas para servir de asiento a quienes comparten entre sí o para hacer vibrar las carrocerías para demostrar el alcance del equipo de sonido. Hay ocasiones cuando la convocatoria es tan alta que los carros los aparcan a lo largo de la avenida.
El uso inadecuado del espacio, además de equivaler a una alteración del orden, ha tenido desenlaces lamentables en no pocos casos.
El 25 de febrero de este año, en la gasolinera conocida como Barsoke, ubicada en la Intercomunal Barquisimeto-Cabudare, un hombre fue asesinado a tiros en la madrugada. La víctima fue Jackson Pineda, de 24 años de edad, uno de los proyectiles lo hirió de muerte en el rostro cuando compartía con otros amigos. Falleció en la sala de emergencia del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp).
Junto con Pineda también fue llevado al centro asistencial un amigo y vecino de nombre Enrique José Rodríguez, de 29 años. Durante la balacera él recibió una herida en la pierna izquierda sin gravedad.
No solo a las gasolineras se les da un uso inadecuado en la capital larense. También, lugares como la calle “El Hambre” en la avenida Libertador es frecuentada por personas que aparte de degustar el menú en alguno de los puestos de comida rápida se quedan toda la noche, cual discoteca.
Los sábados en la madrugada o los domingos a algunos grupos los sorprende el amanecer en el borde de la avenida, entre tragos y música.
Estos sitios, al mismo tiempo, son aprovechados para cometer delitos y varios casos terminan con la muerte de alguno de los involucrados. Así sucedió el 12 de febrero de este año en la calle “El Hambre” de la Libertador.
Ese día balearon a Benny Josnell Sira Malvacías mientras esperaba que le entregaran el pedido de comida. El asesino quiso robarle la camioneta que conducía.
Las medidas
Desde el Cuerpo de Policía del Estado Lara (Polilara) se ejecutan correcciones para estos casos, sostuvo el sub director de este organismo, Argenis Montero.
“En estos casos específicos el Cuerpo de Policía se despliega en aquellos sitios donde ha sido detectado el problema. Generalmente, llega un grupo de funcionarios con la finalidad de orientar a las personas que están allí indicándoles que no es el sitio indicando para la actividad que están desarrollando. Muchos son puestos a la orden de la fiscalía municipal, por el volumen y por las bebidas y se toman las acciones pertinentes”.
Hacer guardias permanentes en estos lugares, reconoció Montero, es “complicado”. Pero tratan de brindar seguridad mediante las rondas de patrullaje.
Reiteró que ellos tienen la autoridad de despejar estas zonas por el peligro que representan: “Nosotros debemos actuar porque una bomba es un sitio de riesgo. Entre bebidas y la gente fumando cigarros se convierte en un detonante”.
Para evitar la repetición de alteraciones del orden o que sucedan crímenes como los arriba descritos, el sub director de Polilara recomendó: “Exhortamos a los dueños de estos establecimientos a que se comuniquen con el cuerpo de policía e informar para nosotros actuar. No solamente ellos sino cualquier ciudadano que sienta que se le está vulnerando los derechos y nosotros vamos a acudir”.