Cuando Acción Democrática estaba en su apogeo y era una fuerza electoral arrolladora, Joselo la definió como una marabunta para expresar que en los procesos electorales los adecos salían de todas partes semejando las migraciones masivas de unas hormigas.
Murió Joselo en un ocaso triste y Acción Democrática se fue apagando dentro de un proceso organizacional languidecente aunque conservando una fuerte presencia como símbolo de las luchas democráticas en Venezuela desde 1928 hasta 1998.
Durante las dos últimas décadas surgieron nuevos partidos con candidatos presidenciales que de manera disimulada o abierta buscaban distanciarse de Acción Democrática por ser el partido que con nitidez representaba ese pasado que Hugo Chávez satanizó y arrinconó electoral y moralmente. Pero el partido blanco resistió todas las andanadas y liderado por Henry Ramos Allup supo mantenerse como un emblema de persistencia política, demostrando que aunque venido a menos tenía rescoldos suficientes para alimentar sus esperanzas de regresar a los escenarios de Poder.
Cuando el CNE decide que los partidos para mantenerse activos debían validarse mediante un proceso de recolección de firmas trabado operativamente por razones de tiempo y disponibilidad de maquinas, muchas organizaciones optaron por subsumirse en la MUD y no apostarse a Rosalinda en una jugada oficialista cuesta arriba para la oposición. Acción Democrática retando la opinión de destacados analistas quienes expresaban que esta organización no pasaba de ser una franquicia que vivía del pasado y por ello no tenía ni gente ni capacidad de movilizar los residuos de sus antiguos adeptos, se tiró a la piscina logrando resultados sorprendentes para el mundo político y gratificantes para ellos.
El pasado fin de semana los adecos volvieron a ser la impresionante Marabunta que llenó los sitios de validación de firmas. En Lara, donde no tienen ni la gobernación ni alcaldía alguna como soportes logísticos para la movilización, abarrotaron todos los escenarios físicos con ciudadanos que acudieron de manera espontanea a darle apoyo entusiasta y comprometido.
Allí estuvieron varias generaciones de adecos, los activos, los excluidos, los permanentes, los disidentes, los abuelos con sus hijos y nietos, fue en verdad un gran festival del reencuentro y la vieja confraternidad de cuando todos eran “compañeros” que transitaban solidariamente el mismo camino.
Junto a Acción Democrática Primero Justicia y Voluntad Popular lograron también validarse en casi todos los Estados de Venezuela, igualmente Avanzada Progresista logró demostrar que tiene importante presencia no solamente en Lara sino también en otras regiones del país.
Con éxito los principales partidos de oposición han superado una nueva etapa de la marcha por el voto, no obstante ya están avisados que probablemente este esfuerzo será nuevamente confiscado por vía de la legalidad revolucionaria. Jorge Rodríguez y Pedro Carreño como voceros, que lo son, de los poderes electoral y judicial, manifestaron que ningún partido ha validado, que faltan nuevos procedimientos, revisiones y fiscalizaciones, con el muy presumible resultado de que la voluntad popular será nuevamente desconocida.
Si esto sucede los partidos están obligados a tener una respuesta contundente. Porqué suceda lo que suceda lo prohibido es rendirse.