“La reunión de Nicolás Maduro con el Consejo de Defensa y Seguridad, la noche del viernes, le ha demostrado al mundo que aquí no hay separación de poderes”. Así lo expresó el Dr. Raúl Arrieta, docente de la Universidad Central de Venezuela y de la Universidad Católica Andrés Bello.
El exdirector del Centro de Estudios de Postgrado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV, invitado a las Jornadas J. M. Domínguez Escovar, fue el exponente del tema Contradicción entre Constitución y jurisdicción. Cómo la Sala Constitucional destruyó la democracia en Venezuela.
Al ser entrevistado por EL IMPULSO, dijo que el mencionado Consejo es un órgano de asesoría y no tiene competencias de ningún tipo.
Así lo que el Presidente diga es una idea de él, sin ningún respaldo. Ni del Consejo, ni mucho menos que tenga algún asiento real en la Constitución.
Ese funcionario no está en condiciones de darle órdenes al Tribunal Supremo de Justicia, para decirle: “revisen esas sentencias en tal o cual sentido”. Eso no lo puede hacer. Ni el TSJ tampoco.
El Gobierno está metido en un zapato chino -explicó-, utilizando este refrán que significa meterse en un lío del que no se puede salir. Nos tiene acostumbrados a una serie de declaraciones que no son más cosméticas.
Con las últimas, referidas a las sentencias 155 y 156 de la Sala Constitucional que elimina la inmunidad parlamentaria y le confiere poderes ilimitados al jefe del Ejecutivo nacional, trata de tapar las arrugas de esas decisiones que son absolutamente nulas, de acuerdo a la Constitución.
Quiere hacer aparecer ante el mundo que él es un demócrata y ordena al TSJ que elimine esas sentencias y se ponga de acuerdo en la Asamblea Nacional en los aspectos que se refiere a las competencias de este poder que ha asumido la Sala Constitucional.
Esto hoy en día no se lo cree nadie en el mundo, resaltó. Porque lo ha que ha hecho el TSJ no cabe en la cabeza de ningún demócrata del universo. Y lo que hace el Presidente de la República con esas indicaciones es confirmar, ante todos los venezolanos y el mundo, que no hay separación de poderes; es decir, ahora es Maduro el que le va a dar órdenes a la Sala Constitucional, cuáles sentencias debe realizar, en qué sentido y en qué aspecto. ¿Cómo es eso?
-¿Cómo puede decir Maduro que no sabía de esas sentencias?
-Es que el Presidente de la República es el más mentiroso del mundo. Todo lo que dice es mentira: las misiones, la potencia económica que es Venezuela, las invasiones, la guerra económica. Aquí podemos sacar trescientas mentiras que ha dicho. Porque el mentiroso se olvida de sus mentiras y empieza a tener contradicciones entre una y otra mentira. Ahora nos dice que va a iniciar acciones internacionales, políticas y penales todo tipo, no solo contra Luis Almagro, sino contra todos los países que se han expresado sobre la situación de Venezuela. Otra mentira más. ¿Cómo lo va hacer, ante quién, por qué lo va a hacer? Él ha opinado e insultado a tres cuartas partes de los países del planeta. Pero cuando le dicen algo que es propio de países democráticos, se siente ofendido y es injerecista quien se lo diga. Es una locura lo que está viviendo con sus ministros, con sus asesores, sus amigos, su esposa.
No quieren entender lo que le están diciendo la comunidad latinoamericana, la Unión Europea y la OEA. Hace ver que es él que tiene la razón y que hay una confabulación. ¿Cómo es posible que un Presidente a estas alturas crea que él es el único que tiene la razón y todo el resto de los países están equivocados y que es una confabulación internacional?
Lo único que se pretende -y es lo que queremos los venezolanos- es que el país vuelva a su cauce constitucional, a la plena vigencia de la Constitución de 1999.
Pero, el Presidente borra la Constitución a través de la Sala Constitucional. La reescribe. Dicta leyes. Quiere hacer normas. Como decía Platón, una tábula rasa. en la cual no hay nada escrito. Él pone unos artículos que pretende que sean constitucionales y la Sala Consttucional le sigue el paso. Ignora esta Sala que la espina dorsal de un Estado democrático es la división de poderes.
Sin división de poderes no hay democracia. Y la Constitución tiene plenamente establecido cuáles son las atribuciones y funciones de cada uno de los poderes del Estado.; Y consecuentemente, como lo señala la propia Constitución, cualquier acto contradicción a ella es nulo; es decir, no existe.
Dijo el Dr. Arrieta que las sentencias del TSJ violan del artículo 1 hasta el 350. El mundo ha reaccionado como tenía que hacerlo. Venezuela está ahora bajo la alfombra. Somos el hazmereír.