Algunos sectores del país, los cuales son calificados como una oposición radical a la autodenominada Revolución Bolivariana, sostienen que en la actualidad, Venezuela vive la más férrea dictadura que ha tenido el país a lo largo de su historia.
Ante este escenario, nace la Gran Alianza Nacional (GANA), un movimiento integrado por distintas fracciones que hacen vida dentro y fuera de Venezuela y que tienen como objetivo fundamental hacer frente al régimen que actualmente lidera el Presidente de la República Nicolás Maduro, pues consideran que viola abiertamente los derechos establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Enrique Aristeguieta Gramcko, único sobreviviente de la Junta Patriótica que derrocó el gobierno dictatorial de Marcos Pérez Jiménez en el año 1958, fue la persona elegida para dirigir la referida coalición, la cual sin duda alguna, busca ser una alternativa a la Mesa de Unidad Democrática.
«La Gran Alianza Nacional nace porque estamos convencidos que en Venezuela no va haber más elecciones, salvo que el gobierno las pueda ganar y aquí lo que estoy es repitiendo las palabras de Maduro y de Diosdado Cabello. Nos parece absurdo que se pretenda seguir jugando a las elecciones con un régimen tiránico, genocida, narcotraficante, vinculado hasta con el terrorismo islámico, que ha dicho no va haber más elecciones, entonces siguen repitiendo algunos grupos, muchos de ellos muy respetables, pero que creo están equivocados, que aquí solamente puede haber una salida pacífica, democrática y electoral y eso no es verdad», sentenció.
Afirma que el pueblo venezolano tiene derecho desde el punto de vista constitucional y moral de buscar su libertad y el fin de una tiranía, para restablecer la democracia que fue usurpada desde hace 18 años.
«La Constitución venezolana da margen para buscar cualquier salida, aparte de la salida electoral, que está ahorita secuestrada (…) Para nosotros todo se vale, porque así lo establece el artículo 333 y recomiendo a todos los venezolanos que se lo lean con calma.
Pero no es un solo artículo, también está el 328, el 350 y otros más que llegan a la conclusión que estamos en la necesidad imperiosa de dar el salto esta vez de la tiranía a la democracia nuevamente y para eso están abiertas todas las puertas», manifestó.
Explica que los regímenes dictatoriales a lo largo de la historia mundial no han salido por la vía electoral, mensaje que todos los venezolanos a su juicio, deben procesar y entender.
«Aquí muchos piensan que con elecciones se puede salir de Maduro y su banda, pues no. Primero hay que salir de Maduro y su banda, reestructurar todas las instituciones secuestradas por el Poder Ejecutivo y luego hacer elecciones que sean realmente serias y limpias. En Venezuela ya se agotaron todas las vías pacíficas, electorales, constitucionales y democráticas, y eso podemos evidenciarlo con el bloqueo del referendo revocatorio, porque estamos delante de unos señores que se han saltado todo (…) y eso por no hablar de la nacionalidad no comprobada de Maduro y además, en última instancia, la Asamblea Nacional entre gallos y media noche, porque así lo hizo, decretó la destitución de Maduro por abandono del cargo», comentó.
En cuanto a la decisión del Poder Legislativo de decretar el abandono del cargo presidencial, el abogado cuestionó que se haya convertido en letra muerta y los parlamentarios ni siquiera intentarán hacer respetar su decisión ante instancias nacionales e internacionales.
Rebelión popular
Al ser consultado sobre cuál sería el mecanismo idóneo para lograr un cambio de gobierno a corto plazo en Venezuela, Aristeguieta Gramcko opina que la rebelión popular con apoyo de las Fuerzas Armadas, es fundamental para que se concrete una renuncia de Nicolás Maduro y asuma un gobierno o junta de transición.
«El pueblo en la calle con el apoyo del sector sano e institucional de las Fuerzas Armadas es la solución. Muchos de ellos están hartos de esto, están avergonzados de esto, tal como lo estamos los civiles. El militar es un ciudadano de uniforme que el Estado le ha entregado el uso exclusivo de las armas para defender la Patria, para garantizar las instituciones, para proteger a los ciudadanos y ese juramento que han hecho, de defender la patria, las instituciones y los ciudadanos está siendo incumplido», indica.
Asevera que existe un profundo «espionaje» por parte de funcionarios cubanos dentro de las Fuerzas Armadas, lo que a su juicio, no ha permitido que los rangos bajos y medios de los diferentes componentes, asuman una posición firme en defensa de la Constitución.
«Los oficiales de coronel para abajo están pasando mucha necesidad, tal como nos está pasando a nosotros, porque los privilegios son para las cúpulas podridas», dijo.
Igualmente denuncia que en Venezuela existen más de 3 mil generales en ejercicio, situación que califica como irregular, «porque ni siquiera la Alemania nazi contó con un número tan alto de generales».
«Todos los ejércitos que participaron en la Segunda Guerra Mundial juntos, no tenían 3 mil generales. Y en Venezuela con unas Fuerzas Armadas que no deberían llegar en su totalidad a 100 mil hombres, tenemos 3 mil generales que están dedicados a otra cosa, muchos de ellos implicados al narcotráfico y a otra clase de delitos. Ya los conocemos, ya la gente sabe quiénes son y sus nombres se dicen por aquí y por allá, pero el gobierno los protege», condenó.
Considera que cuando exista la transición en Venezuela, los efectivos militares tendrán que volver a los cuarteles, y los que cometieron delitos, deben ser castigados con todo el peso de la Ley.
Soluciones a corto plazo
Enrique Aristeguieta Gramcko explica además que «el día que esto caiga Venezuela logrará su segunda independencia, ya que se deberá reconstruir al país desde cero».
«El gobierno o la junta de transición deberá enfocarse en tres puntos fundamentales, como son la alimentación, la seguridad y la salud. Aquí se deben generar políticas públicas efectivas que garanticen que los venezolanos puedan comprar sus alimentos sin hacer colas. Que la asistencia médica sea de calidad, que haya prioridad para que se eliminen las endemias y las epidemias y por supuesto el hampa debe ser combatida con mano dura», puntualizó.
Señala que muchos especialistas colocan una alta prioridad al tema económico, sin embargo, considera que las soluciones en esta materia podrían esperar un tiempo más, ya que Venezuela es un país, «que aunque ha sido quebrado por las malas políticas y la descarada corrupción», todavía puede sostenerse con el simple hecho de que exista un cambio de gobierno.
«Yo no le tengo tanto miedo al tema de la economía porque Venezuela tiene recursos y bien administrados, el país tendrá acceso a tener muchos más créditos. La economía se puede arreglar con más facilidad, pero el problema de la inseguridad por ejemplo, le han dejado coger demasiado cuerpo y al gobierno se les fue de las manos. Controlar la inseguridad será una de las tareas más complicadas, y recuerdo que en el Gobierno de López Contreras existía la Ley de Vagos y Maleantes, y tendremos que buscar medidas como esas para poder controlar este lamentable flagelo», acotó.
Advierte que la reconstrucción del país será sumamente complicada y cualquier persona que asuma la transición se «quemará», políticamente hablando, porque tendrá que tomar decisiones muy duras, que no serán bien vistas por uno de los sectores del país que hoy en día es minoría.
El dirigente político envió un mensaje a los venezolanos, para que cumplan con su deber y trabajen con mucho tesón para devolverle la libertad a nuestro país.
«El miedo es humano. El hombre que diga que no ha tenido miedo en su vida, es porque es un embustero o porque es un loco. Pero hay instantes en los que uno tiene que decir, oye déjame correr riesgos. Lo único que les puedo decir es que mientras más tiempo pase, será mucho más difícil poder salir de esto. Más gente va a morir en ese lapso y luego será mucho más difícil y más larga la reconstrucción, porque habrá quedado menos país. Pero Hay que comenzar otra vez porque Venezuela no se acaba».
