Ana Delgado, larense de nacimiento y de corazón, tiene 59 años de edad, expresa que cada etapa vivida forma parte de la historia que continua escribiendo, “lo digo con mucho orgullo, cada año, cada mes, cada día, cada minuto cuenta, además he tenido una vida bonita que me ha llevado al lugar donde estoy hoy”.
Miles de experiencias, anécdotas, vivencias, descubrimientos, la han convencido que cuando encuentras lo que verdaderamente te apasiona es por ello que debes trabajar y dar el todo “con el ingrediente más importante que es la fe, convencidos de aquello que aún no podemos ver, pero estando seguros que será una realidad”.
Una vida de infusiones
-¿A quién no le han dado un té de manzanilla o de hierba buena para calmar un dolor, malestar o, simplemente para compartir y conversar?, aunque no esté tan arraigado en la cultura del venezolano hemos crecido con esto, el té y las infusiones siempre han estado presentes en nuestras vidas.
Al menos para Ana, así fue, las hierbas, las plantas, todos esos recursos fueron sumamente útiles durante su crecimiento, “aprendí a cocinar con especias, disfrutar los sabores, los olores, todo está relacionado, te vas encontrando tantas cosas nuevas que te motivan y despiertan la curiosidad, es por ello que solo sentía la necesidad de seguir explorando”.
Se graduó de Analista de sistemas en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), trabajó por unos 18 años siendo ceramista, se casó, tuvo hijos, y no fue sino hasta hace 12 años atrás, en una visita que realizó a España cuando conoció a camellia sinensis (la planta del té) y sintió un flechazo, “fue como un amor a primera vista”.
Emprender en su país
Visualizó una Tea Shop (tienda de té) o tetería, pero lo hizo en Venezuela, en Barquisimeto, su tierra, conociendo que era necesario un esfuerzo especial para que las personas no solo conocieran el té y todo los beneficios que trae consigo, sino que lo comenzaran a consumir de forma frecuente “aunque me encontré con muchas trabas, solo sentía que nadie me podía detener, estaba y estoy motivada, entusiasmada, confiada y esperanzada, sé lo que hago y hacia dónde voy, eso es lo más importante”.
Una de las características más resaltantes de esta soñadora, es la confianza, en ella, en lo que hace, en lo que espera, escucharla hablar te inspira y llena de motivación.
Refirió que el té es un puente para relacionarte, te genera tranquilidad y ayuda a descansar el corazón.
Comienzo de ilusiones
”Cuando lo descubres no te quieres separar nunca”, comentó.
Contó que al inicio, en su mente y corazón había un tumulto de emociones e ilusiones que de alguna manera fueron la base que la sostenía. El trabajo fue de hormiguita, primero comenzó en el patio de su casa, luego habilitó una habitación
ara preparar sus infusiones, comenzó a visitar lugares donde pensó que sería excelente que estuviera su producto, como hoteles, cafeterías, restaurantes, ya tenía nombre, en medio de esas visitas recibió la orientación acerca del proceso legal para registrar su marca, de inmediato tomó en cuenta los consejos y prontamente Tea Time se registró como una marca.
Siguió con su esfuerzo, reunía grupos en su casa para dar degustaciones y crear conversatorios acerca de la historia de esta bebida.
-Fue un crecimiento lento pero con un buen soporte, me ayudó mucho la transmisión de la información de boca en boca (risas), esa era
la publicidad más efectiva, comenzaron a llegar más grupos, más personas interesadas en conocer del té, fueron más llamadas, más correos, ya realmente le estaba viendo forma a un sueño, y más temprano que tarde tomé la decisión de buscar un lugar, de hacer de Tea Time algo físico, donde realizáramos nuestras infusiones y pudiéramos recibir a quienes estuvieran interesados, sin dejar de lado las visitas, sin dejar de tocar puertas, eso fue parte fundamental de nuestro crecimiento.
Aseguró que el apoyo de su familia fue fundamental, que a pesar de lo que muchos puedan pensar, una empresa familiar es algo muy especial, solo se necesita responsabilidad y mucho compromiso.
Poco a poco se le iban abriendo puertas, se encontraba con miles de señales “de parte de Dios” que le indicaban que este era el camino que debía seguir, “aunque fue duro eso no me aminoró, tenía la mirada puesta en el horizonte”.
Explicó que la columna vertebral de su negocio, además de la pasión con la que se hacen las cosas, siempre ha sido “el fruto del Espíritu Santo”, aunque la situación del país se ha tornado bastante difícil, en medio de todas las labores que les ha tocado hacer, han visto mucha provisión.
Preparación constante
No solo fue un hobby, se convirtió en algo que trascendía su esencia misma, quiso convertirse en una profesional del té, para de esa manera poder hacer un trabajo con excelencia.
Realizó estudios de Tea Blender, donde se formó y tomó una orientación basada en la creación de su propia marca, además de aprender técnicas de diseño y fabricación de las mezclas e infusiones, también tiene una certificación como Somelier de té; esto le permitió conocer mucho más, comprender los sabores, origen, historia, olores, composiciones, formas de preparación (…), la hizo experta en la materia. Actualmente, realiza una maestría en té. “Nunca sabemos lo suficiente, es bueno siempre conocer y aprender más, como emprendedores esto es valioso”