La disciplina se refiere a la capacidad de actuar ordenada y perseverantemente para conseguir un bien. Está definida como la manera ordenada y sistemática de hacer las cosas, siguiendo un conjunto de reglas y normas estrictas que, por lo general, rigen a una actividad o una organización. Se entiende como la labor que se ejerce para enseñar o adquirir buenos hábitos; abarcando todas aquellas reglas de comportamiento que elabora y las medidas que ocupa para cerciorar que dichas reglas se cumplan.
La disciplina entra también en él ambiente ético y moral, se origina en el respeto mutuo y en la cooperación, con firme dignidad y acatamiento como base para la enseñanza de las experiencias y destrezas. Es uno de los mejores instrumentos con los que puede contar el ser humano para alcanzar el éxito, triunfar y ser excelente. Logros que se pueden obtener a través de ser constantes, ordenados, y de no improvisar o hacer las cosas que se le ocurran.
Decía la Madre Teresa de Calcuta:
“La disciplina es el mejor amigo del hombre, porque ella le lleva a realizar los anhelos más profundos de su corazón.”
Sobre el éxito de los japoneses, existe un criterio que lo analiza y lo explica más allá de la creencia de que, su génesis está en la inteligencia del pueblo japonés, aseverándose que ese lugar preponderante que mantiene a los japoneses en la cúspide del denominado primer mundo está sustentado en la disciplina, como norma de vida, de los ciudadanos de aquella pequeña isla, con mínimos recursos naturales y azotada por las inclemencias del tiempo.
La disciplina debe ser factor preponderante en el desarrollo de cualquier país y, la observancia del Estamento Legal, debe constituirse en la razón de ser de cualquier emprendimiento que intente el retorno de la prosperidad de la nación en los ámbitos: ecológicos, sociales, económicos y culturales.
Significaría el fin de la anarquía que hoy impera en nuestra sociedad, donde se toman la Constitución, leyes y reglamentos en la manera como convienen en un determinado momento o para una acción cualquiera. El respeto a los derechos ciudadanos es básico, es por ello que, niños, jóvenes, adultos, y hasta personas de la tercera edad deben disciplinarse bajo el concepto de que, el derecho de las personas termina, donde comienza el derecho de los demás y, los ciudadanos no podemos olvidar que, derecho que no se ejerce no existe.
Principios y valores, la ética y la moral, la educación y la cortesía debe ser el norte para enrumbar al país y, esto, se aprende en el seno del hogar; es conocido que la familia es la base de la sociedad, es por ello que debemos fortalecerla para que la nuevas generaciones se desarrollen en la verdadera senda que conduce a la paz… La Seguridad Jurídica, ejercida a través de la Justicia Honesta, que respete e implemente el espíritu, propósito y razón del legislador probo, expreso bajo los preceptos legales, tradicional e internacionalmente aceptados.
No es aceptable que la norma jurídica se pretenda adaptar a una u otra circunstancia en flagrante violación a los derechos ciudadanos tipificados en las leyes vigentes. Imprescindible resaltar el agradecimiento de los organizadores del II Congreso Integral del Café, por el apoyo recibido de Fedecámaras-Lara, en la persona de su presidente, Alberto Gámez, y de Fedecámaras-Mérida, en la persona de su presidente, Marcos Delgado, baluarte fundamental en el éxito de la visita a la Ciudad de los Caballeros.