La revisión del caso de Venezuela, a partir de hoy, en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), es una demostración palpable de la gravísima situación política, sobre todo de la ruptura constitucional y del orden democrático que se tiene hoy en nuestro país.
Así lo considera el diputado Williams Dávila, miembro de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional, al ser entrevistado, vía telefónica, por EL IMPULSO.
El hecho de que por segunda vez, en siete meses, de nuevo haya sido llevado al Consejo Permanente de la OEA, un informe actualizado del secretario general de esa organización, Luis Almagro, indica que ya el proceso de la Carta Democrática Interamericana se inició el 23 de junio del año pasado.
Queda demostrado que, desde entonces a la fecha, no existe ningún propósito de enmienda por parte de Nicolás Maduro, sino que éste está retando a la comunidad internacional.
Y siendo América un continente de libertad y justicia, como lo dijera Rómulo Betancourt cuando se fundó la OEA en 1948, de la cual fue uno de sus pioneros fundadores, obviamente la comunidad está pendiente de que el caso venezolano enturbie la estabilidad y el desarrollo de los países de esta región.
Yo creo que este martes, en el Consejo Permanente, habrá acciones positivas, dijo el parlamentario. Una de ellas podría ser designar la presencia de una comisión diplomática de ese organismo en Caracas. El régimen tendrá dos opciones: o aceptar esa delegación o negarla.
Si se pronunciara por esta, correría más fuerza el voluminoso informe de Almagro, porque será una demostración más de las características de un Estado fallido, fraudulento, enemigo del orden jurídico internacional.
También podría ocurrir que si evalúan que todas las acciones diplomáticas no han tenido vigencia, porque el régimen no ha cumplido los acuerdos de octubre, noviembre y diciembre del año pasado cuando se entabló la denominada mesa de diálogo, pudiera tratarse ese asunto en la Asamblea General de la OEA.
Para que se cumpla ese trámite se necesitarían las dos terceras partes de los integrantes de la organización, que son 34, de los cuales 22 son continentales y el resto, insulares.
Entre continentales e insulares 18 son de Petrocaribe, excluidos Venezuela y Cuba. Éstos no votan en la OEA en este caso. Pero, es posible que varios de ellos se pronuncien por la institucionalización democrática, como serían Belice, Guyana, Santa Lucía, Trinidad y Tobago. Creo que vamos a tener los 20 votos para que se revise toda la situación venezolana.
