¿Cómo no escribir y reflexionar acerca de este maratón, si reúne una serie de circunstancias dignas de considerar, por la influencia positiva que pueden tener para nuestros apreciados lectores y especialmente para todo amante de las actividades deportivas? ¿Cómo no dedicarle unas líneas, si podemos sacarle grandes enseñanzas que llenan de esperanza a los venezolanos?
En primer lugar, damos gracias a Dios por cuanto nos graduamos de maratonistas. Correr los 42 K es el acto “académico-deportivo” de todo running a través del cual corona meses y hasta años de constancia y dedicación a las carreras de fondo. Alcanzamos un sueño anhelado desde el momento cuando comenzamos a participar en ellas. Por cierto, mi primera carrera fue la 7ma Carrera Nocturna de EL IMPULSO 2011, la cual seguimos extrañando. Además, en esas 5 horas de recorrido por toda la Gran Caracas, confundido con más de 11 mil corredores participantes y millones que nos vieron por los medios masivos de comunicación, pusimos a la vista del mundo el mensaje de Salvación para la humanidad llevado en nuestra franela. “Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” Apoc. 14:7. Siempre, con la fe y la esperanza cuando allá en el cielo se pase lista, podamos escuchar nuestros nombres, pero también a alguien que por primera vez vio este mensaje en mi espalda, en el pecho o en la cabeza en las carreras, y eso los prendó del Evangelio y motivó a conocer mas de Cristo.
Debemos decirlo, para la honra y gloria de Dios tuvimos la bendición de participar en uno de los maratones mejor calificado en el mundo, ya que los participantes son escogidos por su hándicap obtenido en otras carreras. Y alabamos a Dios, por cuanto la horrible polarización política que se vive en este país no fue obstáculo para su realización. El ente organizador, el Banco para el Desarrollo de América Latina (CAF), cuyo presidente ejecutivo Enrique García recibió el 16 de noviembre de 2016 la distinción de Liderazgo para América Latina en Washington, por supuesto, de capital privado y apoyado obviamente por los Estados unidos de Norteamérica. Sin embargo, es el ente rector del evento. Privó entonces la sensatez de los alcaldes involucrados, por encima de ególatras intereses políticos-ideológicos.
Milagrosamente se unieron alcaldías de la oposición de Baruta, Sucre y Chacao con la alcaldía Libertador y sacaron sus mejores voluntades. Aportaron todos, sus mejores talentos e intenciones para que se lograra el éxito de este grandioso evento donde toda Venezuela se deleitó en una sana, saludable y hermosa fiesta. Un hecho, sin parangón en la historia política actual de nuestra querida Venezuela. Por lo cual, enciende para nosotros, una luz que anima a pensar, que sí se pueden unir voluntades en medio de la diversidad para beneficio de todos.
Dios permita que los venezolanos, oficialistas y opositores, vista esta experiencia, puedan, bajo la influencia del Espíritu Santo, sacar lo mejor de si para ayudar este país. Y así podamos decir al terminar el “Maratón de la Vida”, como dijo el apóstol Pablo: “He terminado la carrera, he guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día…” 2Tim. 4:7. “Hasta el martes Dios mediante. Próximo artículo “Comunicación o comunión con Dios”.
William Amaro Gutiérrez
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