Las actuaciones y anuncios del gobierno ya no sorprenden.
Largas y tediosas cadenas de tv con un discurso repetitivo y vacío. La excepción es algún anuncio importante cuestión que rara vez sucede.
El presidente en ocasiones sube vanamente el tono de voz tratando de mostrar carácter y autoridad pero muestra en su lugar debilidad y nerviosismo ante un pueblo que clama por un cambio radical e inmediato de las políticas del gobierno que han llevado el país a la ruina.
¿Habrá olvidado el presidente que cuando la violencia en la palabra se manifiesta es porque la fuerza de la razón se ha hecho presente?
Millonarios en petróleo, gas, oro, diamantes, hierro y con potencial turístico enorme. Sin embargo, un país en quiebra, escasez de alimentos y medicinas, niños muertos por desnutrición, sí, leyó bien, por desnutrición, inseguridad reinante, inflación altísima, empresas cerrando cada día y con un atajo de ineptos que ocupan puestos claves en el gobierno exacerbando esos problemas en lugar de solucionarlos.
Tirapiedras y quemacauchos en su época estudiantil, militares no ubicados entre los primeros en sus promociones y personas con antecedentes no muy claros y sin la debida preparación, son los que en mayoría ocupan cargos en el gobierno siendo objeto de constantes enroques demostrando que solo cuentan y confían en su grupito para poder mantener la fracasada revolución.
Un vicepresidente, un ministro y otros tantos del gobierno han sido señalados como presuntos narcotraficantes o colaboradores con dicha actividad. Esas personas si realmente quisieran limpiar sus nombres han debido poner sus cargos a la orden y enfrentar esos señalamientos con pruebas y argumentos contundentes, exigiendo además el resarcimiento por los daños morales y materiales sufridos. De no hacerlo, el presidente responsablemente debió separarlos del cargo. No, en lugar de ello les dio un espaldarazo y son tratados como héroes de la patria.
Por otra parte una dirigencia política opositora en su mayoría desdibujada de la realidad social y política del país. Un grupito de unos 5 partidos se han sentido ungidos por la divinidad y amparados en una lógica ilógica y una razón sin razón como lo es haber obtenido más votos en procesos electorales y se han auto investido de un superpoder para excluir y pasar la aplanadora en la toma de decisiones a la sociedad civil, universidades, gremios y partidos minoritarios, algunos de ellos actualmente con mayor capital político y aceptación que uno que otro de ese grupúsculo de los ungidos.
Una pseudo reestructuración de la MUD en cuyo reglamento se repite la cuota de poder para el grupito de 5 basada en “voto ponderado” desconociendo y menospreciando nuevamente el momento económico-social (crisis) y político (descontento de más de 80%) colocándose ellos en una posición de dominio para hacer valer sus pretensiones e intereses partidistas y personales sobre los del pueblo harto de esta tragedia país.
Si la intención es salir del régimen en pro de una nueva Venezuela deben humildemente aceptar que ahora es cuando debe brillar la grandeza y humildad de los hombres sabios y vernos todos en nuestro lado opositor de par a par, de uno a uno, sin compañeros y partidos más débiles ni más fuertes que otros, como en una cadena en la que cada eslabón hace su trabajo en conjunto con los demás. Eso es lo que nos hará fuertes e invencibles. Lo contrario es seguir dando pena ante el país.
Eduardo J. Díaz Ayala
