De acuerdo a la enciclopedia libre Wikipedia, preso político “es cualquier persona física a la que se le mantenga en la cárcel o detenida de otro modo porque sus ideas supongan un desafío o una amenaza para el sistema político establecido, sea éste de la naturaleza que sea”.
He seleccionado el nombre del artículo “Leopoldo” refiriéndome a Leopoldo López, quien según mis consideraciones es el preso político emblemático de Venezuela; puedo a través de él agrupar y darle rostro a los más de 100 presos políticos que según la organización Foro Penal Venezolano se encuentran condenados o procesados en algún lugar de reclusión de nuestro país.
Más allá de quienes estuvimos o no de acuerdo con la propuesta “la salida” hoy coincidimos que es inaceptable la privación de libertad por pensar distinto. En el caso específico de Leopoldo López han trascurrido tres años de prisión, sacrifico suficiente que lo exonera de cualquier responsabilidad o error político que haya podido cometer.
Lamentablemente en Venezuela quien difiera de las ideas del oficialismo con suerte será sospechoso, pero seguramente será traidor de la patria; ahora bien, ¿cómo confiar en un sistema de justicia que solo resuelve ocho casos de homicidio de 100 ocurridos? Según el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV) la impunidad en Venezuela alcanza 92% y para la organización internacional Worl Justice Proyect (WPJ), Venezuela es la peor calificada en materia de respeto a los derechos fundamentales.
Lo absurdo de esta realidad es que nuestra Constitución Nacional Bolivariana establece en el artículo 19 del Título III, en referencia a los Derechos Humanos y Garantías, y de los Deberes, que toda persona gozara de la garantía que le brinda el Estado en resguardar sus Derechos Humanos, óigase bien “la garantía que brinda el Estado”. Pero, ¿qué garantía puede brindar un Estado incapaz e ineficiente en resolver delitos contra la vida humana (homicidios) y además decreta como fecha de celebración nacional una insurrección militar fallida que atentó contra el Estado de Derecho y la Democracia, y adicionalmente dejó centenares de muertes?
Más temprano que tarde todas las cosas vuelven a su lugar y los “presos políticos” de hoy serán los conductores políticos del mañana. La lucha por la libertad del ser humano es inagotable, podrán intentar dominarla, pero nunca detenerla.
Jose Lombardi
@lombardijose