El “Plan 700”, promovido por el gobierno nacional para intervenir las panaderías en Venezuela que no estén produciendo pan salado, es una medida “injusta que va en contra de los Derechos de los Ciudadanos”.
En el encuentro Catecumenal, el arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, consideró que el diálogo político en Venezuela está descartado y que, a su juicio, el Gobierno debe preocuparse en atender los problemas de desabastecimiento que tiene el país.
El también Cardenal de Venezuela señaló catalogó que la situación con las panaderías en la nación se debe a la falta de materia prima que hay actualmente y que no es justo que se estén confiscando estos locales comerciales.