El Cuerpo de Bomberos de Iribarren no tiene las condiciones necesarias para atender una contingencia de cualquier tipo dentro de la municipalidad. El abandono de la dependencia está implícito en el deterioro de sus instalaciones, las nefastas condiciones de cada uno de sus departamentos, la calidad de sus uniformes así como las herramientas de trabajo.
A pesar que en el año 2016, la Cámara Municipal de Iribarren aprobó 25 millones de bolívares para la restauración de la flota de vehículos que posee el Cuerpo de Bomberos y, 6 millones destinados a la dotación de uniformes y otros insumos, según explicó el concejal Francisco Carmona la realidad de la institución es el vivo reflejo de una completa desinversión.
Carmona, alertado por la cantidad de denuncias realizadas por los bomberos, decidió inspeccionar las principales instituciones bomberiles de Iribarren. Fue una actividad acompañada por periodistas de EL IMPULSO.
El Cuartel de Bomberos Coronel “B” Vicencio Sequera, considerado como la institución central dentro del municipio, cuya sede fue inaugurada en 1953, pasó de ser la primera guardia de Lara a una desdicha para cada uno de los funcionarios que allí trabajan.
Como relatan los bomberos, el cerebro de su operación es un dispositivo que recibe la información de cada emergencia que se presenta en Iribarren; empero, el mecanismo está inservible. En la receptoría solo sirve un teléfono amplificado que prestó el familiar de un funcionario. “Cuando tenemos una emergencia nos enteramos más rápido por mensaje y gritamos por los pasillos para que el resto de nuestros compañeros se preparen”, expresó el sargento primero Denny Rivero.
Dentro del mismo cuartel, los dormitorios de la tropa tienen más de cuatro años con los aires acondicionados dañados y la iluminación es paupérrima.
La jornada de trabajo de los bomberos dura 24 horas enteras. Cada día se encuentran de guardia 26 funcionarios que deben compartir la institución como si fuese su hogar. Algunos de ellos se especializaron como conductores, otros como paramédicos y otra parte del grupo se dedica a operaciones e inspecciones. Sin embargo, sea cual sea su cargo, todos están expuestos a la inhabitabilidad del lugar.
Los insumos para la limpieza del departamento son inexistentes. Los bomberos no recuerdan cuándo fue la última vez que les entregaron cloro, desinfectante, jabones o cualquier otro producto para mantener aseado el lugar. Una prenda tan delicada y personal como lo son las cobijas para sus camas, dejaron de enviarse a la tintorería desde hace cuatro años. Para garantizar su salud, los bomberos optaron por comenzarse a llevar de sus hogares sus utensilios personales y entre todos costear la limpieza de su habitación. Los baños no los remodelan desde hace años, tan solo una ducha sirve pero como la bomba de agua está dañada deben usar baldes para ducharse o bajar el inodoro.
El comedor del recinto tiene gran cantidad de mesas pero ninguna silla donde los funcionarios puedan descansar un rato mientras comen.omo la única cocina que tienen está dañada, la mayoría en el equipo de guardia lleva los alimentos de su hogar y los conservan en la nevera. Lamentablemente no cuentan con un microondas y deben cancelar 200 bolívares en la panadería para que le calienten sus alimentos durante dos minutos.
Cementerio de unidades
Lo más alarmante del decadente estado en el que se encuentra el Cuerpo de Bomberos son las condiciones de sus vehículos, uniformes y utensilios que requieren para atender a la colectividad al momento de que ocurra un siniestro.
El estacionamiento que debería agrupar todas las unidades de rescate, ambulancias, rústicos y camiones de primera alarma (primordiales para atender incendio) es un cementerio de vehículos. En el sitio hay más de 20 vehículos retenidos ya sea por falta de cauchos, baterías o daño total del motor. La institución solo cuenta con una furgoneta para atender cualquier tipo de irregularidad a lo largo de todo el municipio.
“Es triste ver que el Cuerpo de Bomberos no tenga ni siquiera una ambulancia para atender a la ciudadanía y que solo tengamos dos camiones funcionando en todo el municipio La ciudad quedará completamente desamparada cuando uno de esos vehículos se dañe o le falte algo; porque ahí tenemos una ambulancia completamente operativa que no tiene aceite y ni siquiera nos envían los recursos para eso”, indicó el Sargento Castellano.
Igualmente relató que la catástrofe de mayor envergadura que atendieron en los últimos meses fue el incendio de unos locales comerciales en el centro de la ciudad, y que para lograr solventar la eventualidad solicitaron el apoyo de bomberos de otros municipios e incluso del estado Yaracuy; porque simplemente no tenían cómo hacerle frente a aquel suceso.
Sin uniformes
El equipo de combate está comprendido p casco, pasa montaña, chaquetón, pantalón, overol, guantes, carnaza y botas de combate. La institución no dota al bombero de este uniforme, sumamente necesario al momento de atender una irregularidad. En el sitio solo tienen seis equipos de combate que le pertenecían a los antiguos miembros del cuartel y los tienen que compartir entre el gran número que se encuentra de guardia. Lo mismo sucede con el vestuario de rutina, tienen más de 10 años sin recibir nuevas piezas. “Mi uniforme está totalmente roto, ya perdí la cuenta de cuántas veces he tenido que mandarlo a cocer”, indicaban los bomberos.
Los equipos de respiración son vitales en los incendios por ser aparatos diseñados para trabajar en atmósferas pobres en oxígeno. De las 15 unidades que tienen en el cuartel, todas están dañadas. “Trabajamos a puro pulmón en los incendios. De aquí a varios años vamos a padecer problemas respiratorios porque esas máscaras son nuestra vida, es como si los policías salían a perseguir ladrones sin su pisto. En este caso nuestro enemigo es el fuego”, recalcó Castellanos, quien recordó con dolor que hace tres años perdió a un compañero que comenzó a sufrir problemas respiratorios.
“Peleamos por un derecho para nuestras comunidades. Le pedimos al alcalde que se ponga la mano en el corazón e invierta en la institución. Tienen que dejarnos de ver como un gasto porque la verdad es que somos un beneficio para todos y cada uno de los miembros de la comunidad porque ninguno estamos exentos a sufrir accidentes y nuestra función es salvar vidas”, destacó Castellanos.
Es importante destacar que el concejal Carmona plantea discutir cada una de las irregularidades observadas a lo largo de este recorrido en una asamblea junto a la Cámara Municipal de Iribarren la próxima semana. Posteriormente el caso será llevado hacia la Asamblea Nacional y el Ministerio de Interior y Justicia a manera de pedir la intervención del Cuerpo de Bomberos de Iribarren. “20 % del presupuesto municipal reposa en el despacho de Alfredo Ramos y él simplemente no ha sabido cómo distribuir los recursos (…) Mientras invierte millones en su propaganda política, el Cuerpo de Bomberos se cae a pedazos”.